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Víctor Llano

El pasmo de Moratinos

Más de un sesudo analista se columpió hasta el extremo cuando valoró de positivas y ajenas al Máximo Líder las penúltimas defenestraciones. El más anciano de los dos coma-andantes no se demoró en desmentirles acusando a los cesados de todo y de más.

No lo entiende y no sabe cómo responder a lo que está ocurriendo en La Habana. Roque ha caído en desgracia. Ya no le llevará de paseo por Manhattan. Según Fidel Castro, su papel fue indigno. Es más, "el enemigo externo se llenó de ilusiones" con él y con Lage. Ni siquiera el ministro español de Asuntos Exteriores podrá hacer algo por su amigo Pérez. El tipo no se demoró en admitir su culpa. Es lo que tienen los socios de algunos socialistas españoles. Cargan con la muerte de Manolete con tal de no pisar las prisiones en las que ayudaron a torturar a todos lo que denunciaron sus crímenes. A nadie le sorprenderá. Pérez Roque y Carlos Lage son ahora lo que fueron antes. Cobardes protagonistas de la barbarie ante la que hoy se arrodillan.

Confiemos en que los últimos no acontecimientos –que sólo responden a más de lo de siempre– sirvan para que se les caiga la cara de la vergüenza a todos los que simulan creer en que Raúl Castro quiere abanderar algún tipo de cambio. Más de un supuesto sesudo analista se columpió hasta el extremo cuando valoró de positivas y ajenas al Máximo Líder las penúltimas defenestraciones. El más anciano de los dos coma-andantes no se demoró en desmentirles acusando a los cesados de todo y de más. Los únicos que acertaron fueron sus víctimas cuando denunciaron que todo era nada y que siguen rodeados de los mismos perros con los mismos collares.

De lo que aún no nos han informado los Castro es de quiénes son los enemigos externos ante los que se rindió la codicia de los que traicionaron a la Robolución. En cualquier caso, Moratinos se lo está pensando. A fecha de hoy todavía no ha dicho una palabra en defensa de su amigo ya ex correveidile de la gran trola. Tal vez espere a ver en qué queda lo de Conrado Hernández, supuesto delegado del Gobierno vasco en Cuba y muy amiguito de Carlos Lage. Le están investigando como sólo los muy expertos torturadores saben investigar. Fidel Castro, según el presidente de Ecuador, muy delicado de salud en estos momentos, quiere saber qué guardaba Hernández en el disco duro de su ordenador. Mientras viva no dejará de multiplicar los datos que almacena en su mochila. Un pozo sin fondo en el caben vídeos grabados con cámaras ocultas, todo tipo de informes, cartas, facturas... montajes y sueños de los que no aprenden que el diablo no puede renunciar a lo que es y sabe más por viejo que por diablo. 

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