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Víctor Llano

El sufrimiento ajeno

Pocos días después de que se conociera que el disidente cubano Leonardo Bruzón Ávila se muere en una celda de castigo de una cárcel castrista, se anuncia en España la presencia de Eusebio Leal, “historiador oficial” y restaurador de la ciudad de La Habana. Ana Belén –una de las más importantes musas de la gran patraña que en contra de Estados Unidos recorre Europa– podrá acercarse a Casa de América y preguntarle al íntimo amigo de Fidel Castro por qué en Cuba existen más de doscientas cárceles, cientos de presos de conciencia y miles de reclusos comunes que se han visto obligados a delinquir para no morirse de hambre.

La veterana actriz comunista que aseguró al concluir la manifestación que se celebró en Madrid el 15 de febrero que ningún sufrimiento le era ajeno, tiene ahora la oportunidad de demostrarlo. Si es verdad lo que dijo y no le resulta extraño el sufrimiento de los cubanos, el martes 25 de febrero, en el Salón Cervantes de Casa de América, a las siete y media de la tarde, podrá preguntarle a Leal por qué el régimen de su admirado Comandante En Jefe no ha permitido hasta ahora la presencia de un relator de la ONU que compruebe las condiciones en las que mueren los 223 disidentes que el gobierno comunista ha encarcelado. El ciego Juan Carlos González Leiva –preso en Cuba desde hace un año– se lo agradecería.

Ana Belén, Víctor Manuel, Almodóvar –y otros muchos que con la boina calada y la camiseta del Che se manifestaron en Madrid a favor de Hugo Chávez dos días antes de que este encarcelara a los líderes de la oposición– afirman que les “preocupa” mucho la suerte que puedan correr los iraquíes; no obstante jamás han denunciado la tiranía de Castro. Sólo se acuerdan de Cuba para protestar por lo que ellos califican como “injusto bloqueo yanqui”, pero no dudan en viajar a La Habana y disfrutar del más repugnante apartheid que existe hoy en el mundo. ¿Alguien puede creer que a la actriz madrileña y a su marido les inquiete la suerte de los niños iraquíes cuando siempre han despreciado el dolor de los niños cubanos? Ana Belén ha tenido la poca vergüenza de declarar que ningún dolor le era ajeno al término de una manifestación de la que se expulsó a dos exiliados que portaban una pancarta en la que se leía: “No a la guerra” y “No a Fidel Castro”; mientras su amigo y compañero de viaje, el humorista Antonio Fraguas “Forges”, se opone a la “Ley de Extranjería”, pero nunca protesta porque en España se niegue el asilo humanitario y se les obligue a regresar a Cuba a los que huyen de la isla cárcel.

En nuestro país rechazamos a las víctimas y recibimos con honores a los verdugos. Escasas semanas después de que a una doctora cubana y a sus dos hijos se les forzara a subir a un avión y regresar a la finca de los hermanos Castro, a Eusebio Leal se le permite burlarse de su sufrimiento en Madrid y se le dan todo tipo de facilidades para que pueda divulgar la gran mentira que rodea la prisión grande desde hace 44 años. Según el funcionario castrista “en la isla se vive un supremo momento de libertad”, y “Cuba es hoy libre de España, de Estados Unidos, de la Unión Soviética y dueña absoluta de su destino”. Únicamente los que odian a Estados Unidos y no quieren a nadie, pueden no sentir náuseas cuando escuchan a los criminales reírse de este modo de sus víctimas.

Mientras, Fidel Castro y los cincuenta “gorilas” que le protegen visitan Vietnam y China, en Madrid tendremos que soportar la presencia de uno de sus más destacados encubridores. Es más que probable que la conferencia que nos ofrezca y las muchas patrañas que escuchemos reciban los aplausos de muchos madrileños que simpatizan con el coma-andante. Y es que hay gente para todo. En España más que en ningún sitio. Según el diario Granma, crece en nuestro país la solidaridad con los cinco espías cubanos que han sido condenados en Estados Unidos y son ya seis los grupos de apoyo que se han formado para promover acciones en favor de su liberación. En la información del órgano oficial del Partido Comunista Cubano se añade con orgullo que una de estas organizaciones está adscrita al Partido Socialista Obrero Español; sin embargo, no se conoce iniciativa de José Luis Rodríguez Zapatero interesándose por la suerte Juan Carlos González Leiva, Óscar Elías Biscet o Leonardo Bruzón Ávila, tres de la muchas víctimas de Castro que se pudren en las prisiones de Cuba. Ni el líder de los socialistas, ni la cutre y supuesta “progresía” española se acuerdan jamás de ellos. La guerra de Cuba no les interesa. ¿A quién pretenden engañar? No sólo les resulta indiferente el sufrimiento de los cubanos, son capaces de algo peor, esforzarse en ocultarlo y utilizar el de los iraquíes en su beneficio. La verdad no puede estropearles la “mani” y las cañas con los amigos. ¡Les queda tan bien la boina calada y la camiseta del Che!

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