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Víctor Llano

La "suerte" de los cubanos

Cuando Jorge Castañeda, biógrafo de Guevara, afirmó en Miami que “las puertas de la embajada de México en Cuba están abiertas a todos los ciudadanos cubanos del mismo modo que lo está México”, estaba en realidad invitando a los policías castristas a entrar en la sede diplomática. No tardaron en hacerlo para desalojar a los veintiún cubanos, tres de ellos menores de edad, que pretendían huir de Castro. Según el diario Granma, Órgano Oficial del Partido Comunista Cubano, son casi todos delincuentes en paro y sin ninguna motivación política. En eso coincide con Fox, que agradeció la manera que tuvo el dictador de resolver la crisis, al tiempo que pidió garantías para los detenidos, jóvenes que nadie sabe que ha sido de ellos, ni de que forma fueron desalojados. Ningún periodista estaba cerca cuando a las 4:30 de la madrugada de este viernes varios agentes entraron en la embajada y sacaron a la fuerza a los cubanos. No querían salir de allí, sabían que fuera les esperaban mercenarios de las brigadas de intervención rápida, que con barras de hierro administran la “justicia” comunista a todos aquellos que intentan escapar.

Andrés Ordóñez, número dos de la embajada aseguró a la agencia Reuters que “fue el propio Comandante quien diseñó y supervisó la operación”. Preguntado por la suerte que puedan correr los desalojados el mexicano dijo que: “México no opina sobre eso, que es un cuestión de legislación interna”. Ordóñez no dudó en afirmar que ellos también consideran delincuentes a los que entraron en su sede, y que “su nivel sociocultural era de una modestia extrema”. Los diplomáticos mexicanos no se conforman con entregar a los cubanos a su verdugo, también se atreven a hacer públicas sus opiniones sobre su nivel cultural. El número dos de la Embajada mexicana en La Habana no disimula su admiración por Castro, al que llama Comandante como le llaman sus esclavos.

Mariela Ferreti, portavoz de la Fundación Nacional Cubano Americana declaró que “México nos aseguró que la integridad física de los cubanos sería protegida, y sin embargo ni tan siquiera cumplió con su deber de al menos considerar su petición de asilo, derecho que les concede la Declaración Universal de los Derechos Humanos. México tiene la responsabilidad moral de velar por la integridad física de los que intentaron huir de Cuba. Como mínimo estos chicos están expuestos a ser encarcelados, golpeados y perseguidos. Tristemente abundan los casos de intento de asilo a lo largo de 43 años de dictadura castrista que han tenido finales verdaderamente trágicos. Cito como ejemplo el caso de Owen delgado Temprana, asesinado a golpes a la edad de 15 años cuando junto con 13 miembros de su familia entró en la Embajada de Ecuador en 1981”.

Para los cubanos no pasa el tiempo, ni existe la justicia, ni el derecho internacional. México, como otros muchos países, cree que es mejor llevarse bien que mal con Castro. Los cubanos sólo importan cuando pueden ser utilizados como mano de obra esclava. La Embajada del país "siempre hermano” en La Habana está para hacer negocios con el coma-andante, no para ayudar a los que quieren huir de él. Los que lo intentaron son demasiado jóvenes para saber que estaban pidiendo auxilio a los que siempre han sido amigos de sus verdugos.


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