Menú
Víctor Llano

Las reverencias de Obama

Aunque es cierto que Aznar no hizo todo lo que pudo hacer por el bien de sus víctimas, muy lejos de la sorprendente actitud del Zapatero, ni despreció el sufrimiento ajeno ni trabajó para los herederos de los verdugos castristas.

Fidel Castro se ha ofrecido a ayudar a Barack Obama. Entre delirio y espasmo, el más acaudalado de los cuatreros multimillonarios sueña con multiplicar las rentas de sus crímenes. Más ahora que necesita créditos blandos para obtener algún provecho de los turistas que si nadie lo impide le llegarán de la potencia enemiga. No parece dispuesto a defraudar a los pepes de Ohio.

No le queda otra. La gran madame tiene que modernizar sus lupanares para estar a la altura de lo que se espera de su talento. Cuba le parece poco y no se conforma con los 550 millones de dólares que según la revista Forbes podría dejar a sus muchos hijos. Nunca se sabe lo que necesitarán para borrar las huellas de sus crímenes. Además, por soñar que no quede. Ya ensaya ante el espejo la sonrisa que luciría si Obama se inclinase ante él. No sería la primera vez que el estadounidense doblara su espalda.

A pesar de que ahora están muy ocupados en lo del embargo que nunca existió, de quien no se olvidan los correveidiles de la tiranía es de José María Aznar. No se demoran en rular todo lo que pueda causarle algún daño. Les consta que el ex presidente jamás comulgó con su trola. Aunque es cierto que no hizo todo lo que pudo hacer por el bien de sus víctimas, muy lejos de la sorprendente actitud del Zapatero, ni despreció el sufrimiento ajeno ni trabajó para los herederos de los verdugos castristas.

Por las inclinaciones de su espalda parece que Obama –que ya ha movido ficha– está cerca de alcanzar la desalmada actitud que el Gobierno español abanderó en Europa. Nada bueno podía esperarse de sus reverencias. Ya nos contarán cómo mal justifica sus decisiones. Lo que no entendemos es el delirio que despiertan en todos los embusteros que durante medio siglo nos hablaron de los logros de la Robolución. ¿O ya se olvidaron de que presumieron hasta la saciedad de que la justicia comunista nada necesitaba de la potencia enemiga? ¿Dónde quedó lo de que en Cuba no falta nada?

Temas

En Internacional

    0
    comentarios