La Corporación Alimentaria Peñasanta pone a la venta Central Lechera de La Habana, filial de esta empresa en la Isla de las doscientas cárceles. Pedro Astals, consejero delegado de la Compañía, aseguró que se van de Cuba porque “la economía de este país está rematadamente mal.” ¿Cuándo no lo estuvo desde enero de 1959? El régimen castrista posee el 49% de la empresa que ahora se vende. A pesar de que Castro robó a cientos de miles de asturianos todo lo que tenían, hoy es importante socio de una empresa con capital del Principado. Corporación Alimentaria Peñasanta está participada en un 56,58% por Central Lechera Asturiana, en un 27,09% por Bongrain, en un 19,93% por Cajastur, en un 5,03% por Caja Rural de Asturias y en 0,37 % por minoritarios.
Tal vez la tiranía quiera vender Central Lechera de La Habana a los chinos. Hu Jintao, supuesto líder de la China Comunista, pidió al pueblo cubano que “avance sin tregua por el camino de la construcción socialista”. Jintao se comprometió a invertir en Cuba 500 millones de dólares. Los regímenes comunistas han decidido incrementar la cooperación bilateral mediante la suscripción de 16 acuerdos que afectarán a sectores clave de la economía cubana. Pero no son sólo los chinos los que quieren ayudar a la tiranía castrista a practicar más de cien mil abortos al año –han leído ustedes bien, cien mil abortos- y a torturar a decenas de miles de presos, también los iraníes corren en su auxilio. El régimen de Teherán le ha regalado al coma-andante 20 millones de euros para que pueda comprar cámaras de vídeo y esconderlas en las habitaciones de los turistas más o menos conocidos que, tras ser chantajeados por acostarse con menores, engañar a sus cónyuges o consumir cocaína, contarán al mundo las excelencias de la Robolución.
Y es que en Cuba puede faltar de todo menos las grabaciones de cámaras ocultas que para conciliar el sueño necesita ver cada noche Fidel Castro. Su videoteca es un descomunal y sucio Gran Hermano. No es capaz de dormirse sin recrearse en las miserias ajenas y ordenar nuevos chantajes. Ojalá cuando muera, alguien salve del fuego tanta inmundicia. Tal vez entonces comprenderemos por qué centenares de españoles cooperaron con sus elogios y finanzas con la más chantajista de las tiranías que existió jamás.
Por escapar de la obscena mirada de su verdugo, 1498 cubanos fueron localizados en el Estrecho de la Florida en el 2004. Es la cifra más alta de la última década. Lástima que los guardacostas estadounidenses los hayan devuelto al inmenso plató de televisión en que han convertido su patria. En cualquier caso, ni aún lejos de la Isla-cárcel los cubanos pueden sentirse a salvo de la gran productora castrista. Después de infiltrar y dividir al exilio, el régimen comunista quiere ahora perseguir a sus víctimas también fuera de su país. Según informa El Nuevo Herald, “un nuevo convenio firmado entre Cuba y Venezuela permitirá a jueces, funcionarios policiales y de la seguridad del Estado cubano, actuar en territorio venezolano con amplias facultades para investigar, capturar y hasta interrogar a cubanos que residan en el país petrolero, o incluso a ciudadanos venezolanos que sean requeridos por la justicia castrista, en cooperación con la policía política del régimen de Hugo Chávez.”