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Wenceslao Cruz

Una Izquierda con Frutos

El Sr. Francisco Frutos, Secretario General del PCE, no perdió oportunidad de alabar nuevamente al gobierno cubano y a sus "logros" sociales en la fiesta anual de su partido, celebrada en la Casa de Campo de Madrid. Su discurso a favor de la peor dictadura del hemisferio occidental no hace sino reafirmar la pérdida de raciocinio de una izquierda ya no radical, sino estúpida. Es tanto el compromiso de los comunistas con Castro que se convierten en portavoces del dictador sin importarles que, para la mayoría de la ciudadanía, los gobernantes cubanos son meros asesinos. Intentan confundir, a los pocos que los oyen, tergiversando la realidad cubana conscientemente, y achacando como origen de los últimos acontecimientos sucedidos en la Isla a una “mafia” cubana y a una extrema derecha norteamericana.

Pero, no todo queda ahí. Como auténticos portavoces han pedido la libertad de cinco espías cubanos, al servicio de Castro, condenados en Florida. Es lógico que no pidan la libertad de los otros integrantes de la red de espionaje (Avispa), porque están colaborando con las autoridades norteamericanas y los consideran traidores. Y por supuesto de la analista del pentágono, Ana Belén Montes, que espiaba para Castro, y ahora también colabora, ni “pío”. El PCE español, tiene tal radicalismo, que no es capaz de pedir la liberación de 75 escritores injustamente encarcelados y si pedir la puesta en libertad de espías que ayudaron al derribo de 2 avionetas civiles en aguas internacionales. Dos avionetas con 4 ocupantes, héroes antes, mártires hoy. Cuatro tripulantes que salvaron, anteriormente, muchas vidas de cubanos que huían de un "paraíso" similar al que desea para España don Francisco.

¿Cómo se puede ser tan cínico, y decir?: “La lucha contra el neoliberalismo es la lucha contra la miseria, contra la guerra y por la paz, por la democracia y por los derechos humanos, por el empleo digno, por la educación y la salud, contra la privatización de todo, contra el intento de anular la política por un mercado dominado por una minoría”.

Y es que Frutos parece olvidar la miseria del pueblo cubano. Olvida que fue un pueblo obligado a ser carne de cañón en guerras fuera de sus fronteras. Olvida que el único empleo digno al que aspira un cubano, es trabajar para un empresario español, sin escrúpulos, que lo explota pero le paga más que el propio gobierno de la Isla. Olvida al pueblo, con una educación, en que el abecedario empieza por la palabra M de marxismo y termina con la L de Libertad. Olvida a un pueblo con una salud y una atención médica pésima, excepto para la nomenclatura o para niños de otros países incluso de USA, siempre, claro está, haya un cámara o un reportero cubriendo la noticia. Frutos llega hasta olvidar la privatización total de Cuba a manos de un solo dueño: Castro. No cabe duda: el gobierno de Cuba o Fidel Castro es el más neoliberal de todos si aceptamos esa definición.

En fin, el discurso, en general, fue lo habitual. Fue más de lo mismo pero sin quema de contenedores. Lo más lamentable de todo es que Rafael Simancas volverá, con tal de gobernar, a cometer el error de pactar con la extrema izquierda. Ya empezó, su acercamiento práctico, utilizando métodos de escucha y espionaje ajenos a un sistema democrático y de derecho, pero cercanos a regímenes totalitarios. No hay duda de su acercamiento al radicalismo, se arrima a un árbol que, como “Frutos”, dará masa de mentiras y semillas de despotismo.


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