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Antonio José Chinchetru

Ciber-activistas en silencio

Cualquier motivo parece ser bueno para que aparezcan páginas web y te inunden la bandeja de entrada del correo electrónico con mensajes animando a que firmes manifiestos o actúes de determinada manera para mostrar tu desacuerdo. Lo hemos visto en mil ocasiones, unas veces justificadas y otras no. El ciber-activismo es un fenómeno cada vez más extendido y que permanecerá mientras exista la Red. Quienes lo practican pueden actuar desde por causas justas –como la oposición a la LSSI o la paralización de las lapidaciones de mujeres en Nigeria– hasta por otras realmente abominables, como la defensa de los más sangrientos terroristas de todo el mundo.

En un país donde este tipo de actividad ha registrado un gran desarrollo en los últimos años, España, hay una causa justa que no parece merecer la atención de los ciber-activistas: la última ola de represión desatada por el régimen de Fidel Castro. Casi ochenta opositores y periodistas independientes cubanos van a pasar muchos años en la cárcel, alguno de ellos el resto de su vida, y uno de ellos va a ser ejecutado. Esas personas han cometido un único "delito": defender la libertad y los derechos humanos. A pesar de lo terrible de la situación, no he recibido un solo e-mail de denuncia y nadie me ha informado de que se haya activado un site español para protestar por lo que ocurre en la Isla. Todo lo contrario, la Red española mantiene un absoluto e hipócrita silencio. Se trata del más triste reflejo del activismo off line, tan dado a guardar silencio ante las barbaridades de las dictaduras y grupos de extrema izquierda.

Hay una variante del ciber-activismo que se muestra especialmente activa, la formada por los defensores de los derechos en Internet. Uno podría esperar que, al menos, esta corriente mostrara interés por lo que está ocurriendo en Cuba, puesto que Castro ha condenado a periodistas cuyos trabajos se publicaban en la Red o por la sencilla razón de haber buscado un lugar donde conectarse a Internet. Sin embargo, más de lo mismo. Al margen de la reproducción en algún site de ciber-derechos de un par de noticias publicadas en este periódico, silencio absoluto.

Si no fuera porque se sabe lo que pasa fuera de la Red, el silencio de los ciber-activistas españoles respecto a la represión castrista defraudaría a cualquiera. Sin embargo, fuera de España hay quien sí actúa. La oposición cubana en el exilio ha activado Fima por la libertad.com, donde quien quiera puede adherirse a un manifiesto pidiendo la liberación de los represaliados por Castro. Yo ya lo he hecho.

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