Definitivamente, Zapatero ha entendido que lo mejor para ir tirando es vivir en el oasis, esa fórmula inventada en Cataluña en la que coexisten la realidad y lo que no lo es. Matrix, que dice Girauta. Tengo que reconocerles que me di cuenta después de una reunión de la ejecutiva del PSOE tras la ruptura de la falsa tregua, también conocida como proceso de acopio. Que lo de la ETA sale mal, pues no pasa nada, hemos ampliado el catálogo de derechos y libertades, aunque eso, en realidad, no signifique nada. Bueno, en realidad sí significa algo: que no se pueden presentar listas compuestas únicamente por mujeres.
Como en Cataluña, los cooperadores necesarios para ambientar el oasis son algunos medios; para la labor Zapatero se ha rodeado de excelentes profesionales de lo suyo. Desde la ruptura de la tregua, algunos se han lanzado a una campaña de salvamento en la que supuestas encuestas y el uso del lenguaje están conformando una realidad paralela.
Empezó hace tiempo Iñaki Gabilondo en su informativo, publicando una encuesta en el que los "españoles" afirmaban que Zapatero salía bien parado después del atentado de la T4. No deja de ser una opinión. También han colaborado las chicas de La Sexta. Hace días publicaron una encuesta en la que se preguntaba si Zapatero hizo lo correcto negociando con ETA. El resultado fue... ¡tachán! que casi un 60% de los encuestados creía que hizo lo correcto.
En la misma línea publicaba El Periódico de Cataluña otra contundente muestra en la que se afirmaba que los españoles quieren que el final de la violencia sea dialogado y, como dice Wyoming, lo que digan los españoles va a misa.
Casi me caigo, cuando leí el domingo el titular de La Vanguardia: "Merkel, Sarkozy y Zapatero dan un nuevo impulso a la UE". Vaya, tenía entendido que nuestro papel en la Unión europea, después del referéndum plus y la France vote oui, es equiparable al de Liechtenstein en la OTAN.
Pero la creación del oasis no se circunscribe al impulso demoscópico, sino al uso del lenguaje. El partido socialista lleva una temporada debatiéndose entre echar a UPN del Gobierno de Navarra, que es lo que le pide el cuerpo, pactando con Nafarroa Bai, o dejar gobernar a los populares ante la posibilidad de que su pacto pudiera perjudicarles si las elecciones generales se adelantaran a octubre. Mientras tanto, hay que blanquear a los nacionalistas vascos y procurar que, si llega el pacto, se pueda justificar.
No recuerdo su nombre, pero me impactó el corresponsal de CNN+ en Navarra hace unos días. Calificó sin rubor a UPN como "el brazo político del PP en Navarra". ¡Qué sutil! ¡Qué comparación más bien traída! Eso nos hace preguntarnos algunas cosas: si UPN es el brazo político, ¿qué es el PP? ¿Una banda de paramilitares? Estarán ustedes impacientes por saber cómo llamó a socialistas y nacionalistas. Pues "fuerzas progresistas", como no podía ser de otro modo. El nacionalismo decimonónico es ahora el progreso.
Muestra de que Zapatero se cree que vive en su propio oasis, fue cuando Rajoy le preguntó por la subida en el recibo de la luz, recibo que al final no se han atrevido a subir. De la luz no dijo nada, pero mencionó que había bajado el paro y subido el sueldo de los funcionarios. Lo que yo les diga; está en otro planeta.
