Tras su visita del pasado viernes, no se puede reprochar a la ministra de Fomento tardanza a la hora de acudir a la zona afectada por el hundimiento del buque "Don Pedro", siniestrado frente a las costas de Ibiza el pasado miércoles con 150 toneladas de combustible en sus depósitos. Claro que, si esa visita sirve exclusivamente para hacerse la foto, minimizar lo ocurrido y dar por solucionada antes de tiempo la crisis, más vale que Magdalena Álvarez se hubiera quedado en casa. Porque lo cierto es que no pasaron ni veinticuatro horas desde que la ministra de Fomento quitara importancia al "pequeño reguero" y diera por selladas todas las fisuras del barco, hasta que fueron detectadas nuevas grietas por donde se seguía escapando el fuel que ya amenaza el parque natural de Ses Salines.
La ministra ha tenido que visitar de nuevo este domingo las islas, donde, sin embargo, ha vuelto a insistir en quitar importancia a la "línea" del vertido que, según ella, no ha alcanzado la costa del parque natural. También ha asegurado que las nuevas fisuras detectadas serán definitivamente selladas el próximo lunes.
A la espera de que los nuevos pronósticos de la ministra no sean tan infundados y prematuros como los primeros, sí cabe destacar la doble vara de medir de que ha hecho gala el Gobierno y esa izquierda pseudoecologista que tantas vestiduras se rasgaron con ocasión del hundimiento del Prestige y que ahora guardan un silencio tan clamoroso como el que mantuvieron cuando se calcinó buena parte de la provincia de Guadalajara y once voluntarios dejaron su vida entre las llamas.
Ni Izquierda Unida ni colectivos como Nunca mais han hecho ahora el menor requerimiento o crítica a las autoridades socialistas ante una mancha de fuel que ya afecta a más de cuatro millas marinas. Por el contrario, el líder de IU, Gaspar Llamazares, ha elogiado la "agilidad" con la que ha respondido el Gobierno; una "agilidad" que sólo se ha evidenciado en la rapidez con la que una negra y contaminante realidad ha desmentido los optimistas y falsos augurios del Gobierno.
