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Antonio Robles

Las mentiras de Daniel Sirera

Me da lo mismo que las buenas ideas las defienda un partido distinto al mío; si son buenas, Ciudadanos las apoya. Y si os volvéis a dormir, ahí estaremos, denunciando los concubinatos. ¿Me entiendes ya?

Querido Daniel, no basta con llamar mentiroso al otro para que el otro lo sea; es preciso demostrarlo. Repasemos tu mosaico.

Efectivamente, el señor Santiago del PP había incluido una enmienda al artículo 23. En ningún caso he sostenido que Ciudadanos se opusiera "en solitario" al apartado 3 del artículo 23 de la Ley de la Corporación catalana de Medios audiovisuales donde se consagra al catalán como único idioma de TV3 y Cataluña Radio, sino que, cuando yo me opuse a él, "el Partido Popular optó por pedir que se retirara del redactado". "Nuevamente me opuse", decía, porque "si se retiraba el artículo y no se hacía mención a la lengua, se aplicarían tanto la Ley de política lingüística como el Estatuto, en especial el artículo 6.1 donde consagra al catalán como la lengua propia de Cataluña e institucionaliza su uso como única lengua". Con lo cual, el PP lo único que hacía era taparse los ojos como los niños para hacerse invisible y no molestar. Apúntate una mentira, pero a tu favor.

"No logro entender que Ciutadans critique que el PPC haya llevado esta ley al Consejo Consultivo de la Generalidad", barrunta Daniel Sisera. ¿De dónde saca Ciutadans al PP por llevar la ley al Consell Consultiu? Al contrario, me parece un acierto, de hecho, de haber tenido los suficientes parlamentarios lo hubiéramos hecho nosotros hace meses, pero se hace con luz y taquígrafos, con lealtad, no dejando que el resto de grupos parlamentarios lleguen al acuerdo de llevar la proposición de ley al Parlamento y, al final, el más educado del grupo rompa el pacto. O sea, tu compañero de partido. (Aunque supongo que no ha sido él, que es una bellísima persona, sino la táctica del partido en el tiempo de descuento.) Podía haber hecho lo mismo desde el principio y no nos hubiera hecho perder el tiempo. Es eso lo que critico. Apúntate dos, también a tu favor. Mentiras, me refiero.

¿Quién ha dicho que presentar una iniciativa legislativa en el Parlamento para erradicar las sanciones lingüísticas... sea radical? Lee bien, contextualiza mejor y sé decente. Durante la etapa de Piqué, el PPC se había vuelto dulce con la política lingüística de la Generalitat y de pronto se radicaliza ("se vuelve de pronto radical", digo) a causa del desparpajo de Ciudadanos y se vuelve radical, el partido, me refiero, respecto a su etapa anterior. En ningún caso digo que sea radical pedir que no se multe por rotular en castellano o que los niños puedan estudiar en esta lengua. Tiene tan poco sentido decir tal cosa de mí, que basta ver mis intervenciones en el Parlamento o leer mis artículos para que te apresures a apuntarte otra mentira. Y van tres.

¿Cómo te atreves a decir que mientras el PPC trabaja en defensa de la libertad, nosotros nos quedamos en casa? ¿A quién vas a engañar? Y como no quiero sacarte del mismo párrafo dos mentiras, sigo con la siguiente: ¿Cómo que no hemos presentado enmiendas a los presupuestos de la Generalitat? Apúntate una más, la cuarta.

"Hoy los Ciudadanos vuelven a alinearse con socialistas, independentistas y comunistas contra el PP". No lo argumento: además de mentira, la quinta, es una chorrada.

¿Quién ha anunciado que de aquí a tres años me retiro de la política? Mientes de nuevo, lo que yo he dicho es que la sala de máquinas (eso que vosotros llamáis cocina) de la política no me gusta. Por eso no me presenté a la reelección en el Congreso de mi partido. Preferí quedarme completamente al margen. Lo había anunciado con antelación. Eso no es retirarse de la política, es optar por coherencia a menesteres que, hoy por hoy, me atraen más. El tiempo proveerá si vuelvo o no a las primeras filas de la dirección. ¿Tanto estorba al PPC mi presencia? Apúntate la sexta mentira.

Dices: "Os encierran en el Parlamento pero no te vi recibiendo las firmas de los 50.000 catalanes y catalanas que firmaron la iniciativa legislativa popular para que los padres puedan escolarizar a sus hijos en su lengua materna". Tienes razón, porque mientras tú esperabas como un señorito en las alfombras del Parlamento, yo, como tantos otros, me tiré meses recogiendo esas firmas en la calle. Una más y ya van siete.

Pero la peor de las mentiras, y la octava, es la voluntad de engañar a sabiendas que lo haces y asegurar que Ciudadanos miente (Las mentiras de Ciudadanos, titulas). Mira no, en todo caso las mías, que era yo quien firmaba el artículo, pero claro, lo que a ti y a Fernández Díaz os da miedo es Ciudadanos y a por él vais.

Sin embargo, para que salgas de dudas, aseguro sin reparos que el Partido Popular de Cataluña está tomando iniciativas en esta legislatura en materia lingüística que no las había tomado desde la decapitación de Alejo Vidal Quadras. Lo celebro y os felicito. Yo estoy seguro de que es por la presencia de Ciudadanos, como lo crees tú y, lo reconocerías aquí si no fuera porque esos riesgos electorales no pueden hacerlos los que viven profesionalmente de la política. Pero es evidente que el discurso lingüístico de Ciutadans os han obligado a decir ahora lo que nosotros ya hemos dicho hace mucho tiempo y seguimos insistiendo sin complejos. El último ejemplo es el artículo que publicaste el sábado, 14 de julio de 2007 en El Mundo bajo el título En defensa del castellano. Jamás te hubieran dejado hacerlo sin la presencia de Ciudadanos en el Parlament. Te quiero hacer publicidad, porque más vale tarde que nunca. Y me da lo mismo que las buenas ideas las defienda un partido distinto al mío; si son buenas, Ciudadanos las apoya. Y si os volvéis a dormir, ahí estaremos, denunciando los concubinatos. ¿Me entiendes ya? Una sugerencia: ¿por qué no hacéis alguna intervención en castellano?

¿Dónde están mis mentiras? Tú has construido un artículo con ocho, lo que no está mal para no haber asistido ni a una sola de las sesiones de las ponencias de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales donde se fraguó el contenido de mi artículo primero y de las cuales hablas con tanto desparpajo. Clarividente.

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