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EDITORIAL

La fe progresista sí se impone por ley

"Ninguna fe puede imponerse en las leyes", ha asegurado Zapatero. Exactamente por eso, miles de personas han presentado ya su objeción de conciencia ante la asignatura, porque no quieren que la ley obligue a sus niños a adoptar el credo progresista.

El presidente del Gobierno, es su habitual mitin de los domingos, ha vuelto a prometer el oro y el moro, ahora en forma de políticas de vivienda, aunque cabe esperar de las medidas que adopte el mismo tipo de derroche inútil que con su política de familia y los 2.500 euros. No obstante, lo más notable de su discurso ha sido su nueva y patética defensa de la asignatura de Educación para la ciudadanía, que demuestra a las claras que o bien no ha entendido las críticas que se le hacen o bien, comprendiéndolas perfectamente, ha optado por no contestarlas pues sabe que carece de argumentos para hacerlo.

"Ninguna fe puede imponerse en las leyes", ha asegurado Zapatero. Exactamente por eso, miles de personas han presentado ya su objeción de conciencia ante la asignatura, porque no quieren que la ley obligue a sus niños a adoptar el credo progresista. El socialismo sigue sin aceptar que su visión del mundo es precisamente eso, su propia visión, no la realidad ni la verdad absoluta y compartible por todos los seres humanos. De ahí el sectarismo que demuestran persiguiendo a la oposición como si éstos no fueran simplemente rivales con otra opinión, sino enemigos de todo lo que es bueno y justo, personas que no tienen derecho a ser elegidas democráticamente. De ahí también que piensen que enseñar a los niños a pensar como ellos no es imponer una moral y una fe particulares por ley, sino simplemente hacer buenos ciudadanos.

Así, como no pueden enfrentarse a este argumento, base del rechazo a la Educación para la ciudadanía, se dedican a acusar a los demás de hacer demagogia y no ser patriotas. Sí, ellos. Pocas veces se ha visto más clara esa vieja costumbre del progresismo patrio: si acusan de algo, es porque son ellos los culpables.

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