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Jorge Valín

Ministras para el Nobel de Economía

Según Chacón, la desaceleración en los precios se debe a dos factores. Uno, que los socialistas salieron elegidos en las últimas elecciones, sin más. Para Chacón, eso, de alguna forma y hablando en plata, acojonó a los pobres precios

Apreciados señores del Comité del Premio Nobel:

Les envío esta carta para ayudarles en su labor de escoger el próximo premio Nobel de Economía. Concretamente les quiero dar dos nombres: Carme Chacón y María Antonia Trujillo. La primera, actual ministra de Vivienda, atribuye a la segunda, ex responsable del mismo departamento, el mérito de haber ralentizado el precio de la vivienda en España.

La ministra Chacón nos ha sorprendido con una vanguardista teoría económica. Hasta ahora, las teorías más certeras que daban explicación a la burbuja inmobiliaria apuntaban a que el imparable precio de la vivienda se debía a un aumento espectacular de la oferta monetaria (inflación crediticia) creada por los bancos centrales, junto a un mercado inmobiliario altamente regulado y corrompido por los políticos. Tras el gran descubrimiento de Chacón, no puedo sino concluir que todos estábamos equivocados.

Además, las ministras merecen otro reconocimiento. Como bien sabrán, la desaceleración en el precio de la vivienda no se ha producido sólo en España, sino en todo Occidente. Estas semanas las bolsas de todo el mundo se están hundiendo debido a los peligros de tal contracción. Pero España no ha sido otro país más, no; ha sucedido exactamente al revés. Según se desprende de las palabras de Chacón, la ex ministra Trujillo ha reducido el precio de la vivienda en España y, por extensión, en todo el mundo. ¿Cómo se explica si no esta coincidencia?

Según Chacón, la desaceleración en los precios se debe a dos factores. Uno, que los socialistas salieron elegidos en las últimas elecciones, sin más. Para Chacón, eso, de alguna forma y hablando en plata, acojonó a los pobres precios que en consecuencia, aunque varios años después, bajaron. Así, Chacón ha dicho que cuando los socialistas tomaron el poder hubo "un ajuste sostenido del precio de la vivienda". Nadie sabe muy bien de qué datos habla.

La segunda razón de esta "impresionante" bajada de precios, en boca de la ministra, ha sido debida a "un alza importantísima de la iniciación de la vivienda protegida en España". En economía, siempre habíamos pensado que la comercialización de un producto por debajo del precio de coste genera un efecto expulsión (crowding out) que encarece el resto de productos del mismo sector que están en el mercado libre. Según Chacón, en el caso de la vivienda ocurre lo contrario. De aquí podemos deducir que si el Gobierno "regala" los pisos, esto es, roba más dinero al pagador de impuestos, los promotores y constructores también se verán forzados a vender sus pisos a precio cero en el mercado libre ya que los obreros, trabajadores inmobiliarios, empresarios, etc. querrán dejar de cobrar por alguna razón desconocida. Desgraciadamente, no hay pruebas empíricas de algo así en toda la historia de la humanidad.

Por estas revelaciones económicas, les ruego que otorguen el próximo Nobel de Economía a las dos ministras. Recíbanlas en su país con los brazos abiertos, y ya puestos, no las suelten, que no vuelvan a España. Quédenselas y apliquen ahí también sus vanguardistas teorías económicas. Háganlas ministras de economía, vivienda o lo que quieran y verán como el precio de los pisos en Suecia también baja. El problema es que antes se incrementarán en un 150% en pocos años sin que el poder adquisitivo de los ciudadanos aumente, como ha ocurrido en España, pero eso no importa porque en la cesta del IPC la vivienda de propiedad no figura como un gasto aunque dediquemos el 40% de nuestras rentas al pago de la misma. Por tanto, aunque los ciudadanos suecos se empobrezcan, de cara al exterior ustedes quedarán como fantásticos gestores.

Un cordial saludo, y suerte con las nuevas ministras. La van a necesitar.

P.D.: No teman en tomar una decisión controvertida al laurear a las ministras. Si fueron capaces de dar el Nobel de la Paz a un asesino como Yasir Arafat o a un farsante como Muhammad Yunus, el premio a las ministras va ser una mera anécdota comparado con los anteriores.

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