Menú
Carlos Semprún Maura

Siempre verano

José Bové no es solo el estafador agrícola más reaccionario de todos los veranos e inviernos, sino que además es responsable moral de dos muertes.

La superstición ecologista impone su censura en los medios. Para explicar por qué hace frío y llueve en París, hay inundaciones en Reino Unido y calor e incendios en otras regiones del mundo recurren al cuento chino del calentamiento del planeta. Hace unos días esos mismos medios galos hicieron el ridículo más absoluto. Al hablar sobre cómo está transcurriendo este curioso verano, más frío de lo habitual en muchas regiones del mundo, citaron el caso de Buenos Aires, con nieve y 20 grados bajo cero, olvidándose de que Argentina está en el hemisferio sur y que julio y agosto son allá pleno invierno. Lo que podría decirse, en todo caso, es que Buenos Aires ha conocido uno de los inviernos más fríos de su historia. Otra prueba evidente del calentamiento planetario.

José Bové no es solo el estafador agrícola más reaccionario de todos los veranos e inviernos, sino que además es responsable moral de dos muertes. Alentados por su campaña salvaje de destrucción de restaurantes McDonald's, unos chalados pusieron una bomba en uno de ellos, en Bretaña, matando a una joven empleada. En su actual campaña contra los productos transgénicos, concretamente contra el maíz, Bové y sus hordas amenazaron con arrasar los cultivos de un campesino, Claude Lagorse, porque también cultivaba maíz transgénico, y éste, desesperado, se ha suicidado. Resulta que su granja era un modelo ecológico, visitada por alumnos de las escuelas y precisamente por eso tenía maíz transgénico.

Ni qué decir tiene que Bové ha sido condenado por los tribunales a varios meses de cárcel por sus salvajadas, pero eso no le impide seguir cometiéndolas, totalmente libre y aplaudido pro la gauche divine ecológica. En cambio, Dominique de Villepin, que aún no ha sido juzgado, se encuentra bajo control judicial, ha tenido que pagar una cuantiosa fianza y no tiene siquiera derecho a tomar el té con Chirac. Ya he dicho, y lo repito, que no creo que este enrevesado asunto Clearstream le conduzca a la cárcel, pero es muy probable que destruya su futuro político. Como le ha ocurrido a Alain Juppé, por motivos algo diferentes.

Todo el mundo sabe que la prensa francesa es mala (y la española peor), pero resulta que en verano es pésima. No sé por qué los directores de los periódicos, al igual que los mandamases de las cadenas de radio y televisión, consideran que en verano los lectores, oyentes y telespectadores nos convertimos todos en imbéciles. Pero el caso es que nos indigestan con estupideces. Eso sí, la crisis de Le Monde no es sólo veraniega, es mucho más profunda y permanente. Y no se ve solución, porque vender todos sus intereses en la prensa regional de provincias no le hará ganar lectores, que de eso se trata. Pero no hay manera de que lo consigan, y menos en verano.

En Internacional

    0
    comentarios