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Agapito Maestre

Ideas y costumbres

Diga sin rubor, señor Rajoy, cuáles serán sus acciones básicas en el ámbito cultural, ideológico y educativo para que España no siga desangrándose o no ganará por mayoría absoluta.

Rajoy ha dicho en La Razón que su programa político tendrá tres ejes: economía, defensa de la Constitución y derrota total de ETA. Nada que objetar, excepto que esa declaración es un rodeo, una manera de eludir, la cuestión fundamental, a saber, qué hará el PP para restablecer la idea de una España democrática, una nación reconciliada con su pasado más cruel, la Guerra Civil, destruida por el socialismo y sus aliados. Tampoco creo que esas propuestas, tan llenas de buenas intenciones como repletas de propuestas técnicas para hacer un país más rico desde el punto de vista económico, ayuden demasiado a frenar el proceso de destrucción de las costumbres, las creencias y las ideas que ha llevado a cabo el Gobierno de Rodríguez Zapatero en esta legislatura.

Lo digo de otro modo, sí, para que se me entienda mejor. Rajoy tiene buenas intenciones, pero mientras no se enfrente con coraje ideológico y valentía moral al proceso de destrucción llevado a cabo por los socialistas y nacionalistas conseguirán poco. Quizá gane las elecciones, pero me temo que no alcance la mayoría absoluta. Para conseguirla no vale con discursos melifluos, que no centristas, y tecnocráticos. Se necesitará algo más, especialmente en el terreno ideológico y cultural. El PP tendrá que saber distinguir, y sobre todo mostrar a los ciudadanos con entusiasmo, cuáles son los principales factores que defienden para que una sociedad no se desmoralice y desintegre.

O el PP dice con claridad cuáles son los elementos de la estática social que defiende, y consecuentemente cuáles son los de la dinámica social que rehúsa, o la mayoría no lo tomará en serio. Los partidos políticos y sus líderes no se la juegan con los programas económicos sino con los culturales e ideológicos. La tecnocracia tocó a su fin hace muchos años. Por lo tanto, señores del PP, no sean primos y relamidos a la hora de hablar de costumbres e ideas. Para empezar, señor Rajoy, no le pregunte a sus asesores qué cosa conviene decir para ganar votos, sino que diga lo que usted, sencillamente, crea. Pero, por favor, dígalo con convicción. Y si es necesario, grite para que le oigan. Por ejemplo, no diga, yo apoyo a los padres que objetan ante la asignatura Educación para la ciudadanía, sino que diga que esa materia es una basura y luche hasta mostrar al último ciudadano de la nación el componente totalitario de ese invento de los socialistas.

Por encima de los contenidos, creo que son dos los problemas del PP a la hora de hacer su programa. El primero se refiere a las costumbres y el segundo a las ideas. En efecto, o el PP se compromete con seriedad con unos determinados hábitos, usos y tradiciones, todo eso que asociamos a las palabras costumbres y creencias, o no recibirá el respaldo necesario para gobernar. Si no defiende esas costumbres, entonces está entregando a su adversario político un patrimonio clave para que nos lleve al despeñadero. Por otro lado, tendrá que mostrarnos con precisión cuáles son sus ideas, sus referentes de sentido intelectual encarnados en minorías activas, capaces de transformar los más viejo y caduco de la tradición que defiende. Eso es todo. Nos da una idea y defiende una determinada tradición o no recibirá el respaldo necesario. Rajoy apuesta, pues, por un programa de tradición y cambio, de costumbre e idea, o el totalitarismo cultural e ideológico de la izquierda le volverá a robar la cartera. Diga sin rubor, señor Rajoy, cuáles serán sus acciones básicas en el ámbito cultural, ideológico y educativo para que España no siga desangrándose o no ganará por mayoría absoluta.

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