Palabras de la Vicepresidenta del Gobierno en un reciente mitin en Valencia: "Preferimos la sonrisa al gesto siempre hosco y enfadado de la derecha".
"Prefiero la sonrisa al gesto hosco",
acabas de soltar –¡toma del frasco!–
con un mohín de vómito y de asco,
como el de quien jamás se come un rosco.
Tu fingimiento huele a falso y tosco,
tu voz rechina a ráfaga y chubasco,
y hasta tu faz, rocosa cual peñasco,
revienta las portadas del quiosco.
Tu acento es como témpano y pedrisco,
tu hocico, pese al bótox, es arisco,
y tu carácter, frío, seco y brusco.
Con ese estilo cínico y chulesco,
la dignidad te trae más que al fresco,
y todo lo que dices suena chusco.