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Carlos Semprún Maura

Semana negra

La guinda de este pastel social lo constituyen los estudiantes, bueno, los estudiantes "revolucionarios", o sea, los aficionados al teatro callejero. Son minoría, no pasan del 5-15% en cada universidad, pero eso muchas veces basta para paralizarlas.

¡Viva el Rey! Su "por qué no te callas" dirigido a la mula parda de Hugo Chávez en la Cumbre Iberoamericana de Santiago de Chile ha dado la vuelta al mundo. Yo lo oí y vi por la radio y televisión galas, y Le Figaro este lunes 12 le dedica un artículo de su corresponsal en América Latina, Lamia Oualalou. Eso sí, es un artículo perverso en el que implícitamente defiende a Chávez. Pero no es este el tono general de los comentarios, que más que nada manifiestan sorpresa, admirativa o divertida, pero sorpresa, ante la justificada indignación de don Juan Carlos. A mí, claro, me gustaría que el Rey manifestara la misma indignación ante nuestras mulas "periféricas", pero esa es otra historia.

En Francia todo el debate político, informativo y ciudadano gira en torno a la semana negra (que puede extenderse a varias semanas) que comienza el martes a las ocho de la tarde con el inicio de la huelga general de transportes, que es un paro indefinido. Luego, el día 20 dejarán de trabajar otros funcionarios para reivindicar mejoras salariales y protestar contra la disminución de "la plantilla".

También van a manifestarse los magistrados, descontentos con la reforma judicial iniciada por el Gobierno y conducida por la ministra Rachida Dati. Yo, francamente no entiendo esa reforma. ¿Cómo se va a acelerar una Justicia demasiado lenta suprimiendo tribunales? Si tantas personas esperan años, a menudo en la cárcel, para ser juzgadas, ¿cómo va la clausura de tribunales a acelerar los trámites y convertir el ejercicio de la Justicia en algo más eficaz, transparente y, por tanto, justo?

Pero la guinda de este pastel social lo constituyen los estudiantes, bueno, los estudiantes "revolucionarios", o sea, los aficionados al teatro callejero. Son minoría, no pasan del 5-15% en cada universidad, pero eso muchas veces basta para paralizarlas. Reunida en Rennes (Bretaña) este fin de semana, una "coordinadora estudiantil" ha decidido fusilar al máximo de cadáveres, o sea, paralizar unas estaciones de ferrocarril en huelga para demostrar su solidaridad proletaria y ampliar el "frente anti Sarkozy". No sólo son analfabetos con diploma, sino también imbéciles políticos.

Dicho sea de paso y ya que el pretexto de esta movilización es la autonomía de las universidades, recordaré que el pasado mes de julio el metomentodo presidente Sarkozy recibió a los sindicatos de profesores y estudiantes, con los que llegó a un acuerdo cediendo demasiado. Renunció, por ejemplo, a la "selección", es decir, a que los diplomas tengan contenido y valor y no se regalen a todo el mundo. El primer sindicato estudiantil, la UNEF, socialista, firmó ese acuerdo, pero llama hoy "a las barricadas".

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