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EDITORIAL

La necesaria liberalización del comercio

Flexibilizar la legislación actual sería un efectivo bálsamo contra la escalada inflacionaria y serviría de incentivo en la creación de empleo.

Pocas medidas tienen efectos tan beneficiosos sobre la economía como la liberalización de los horarios comerciales. Repercute inmediatamente en la cantidad de oferta e incide directamente en los precios tirando de ellos para abajo. Algo cuyas bondades están tan a la vista no tiene, sin embargo, el beneplácito de los políticos que, tratando de proteger de la competencia a una minoría de pequeños comerciantes muy organizada, ignoran a la mayoría de consumidores. En España, por ejemplo, padecemos una Ley muy restrictiva –la última aprobada hace tres años por el entonces ministro Montilla–, que no ha conseguido frenar la crisis en el comercio minorista, pero ha mantenido a los consumidores esclavizados por unos horarios de apertura tan arbitrarios como limitados en el tiempo.

Así las cosas, siempre son bienvenidas iniciativas como la que ha propuesto Luis Berenguer, presidente de la Comisión Nacional de la Competencia. Flexibilizar la legislación actual sería un efectivo bálsamo contra la escalada inflacionaria y serviría de incentivo en la creación de empleo. Porque, a estas alturas, a nadie se le escapa que el comercio es uno de los motores de la economía española, especialmente de ciertas regiones que han apostado fuertemente por él. Un caso que ilustra perfectamente éstas últimas es la Comunidad de Madrid, que ha ablandado la Ley Montilla hasta el extremo de ser la comunidad autónoma más libre desde el punto de vista de los horarios.

Éste, junto a otros muchos factores, ha hecho de la región presidida por Esperanza Aguirre la más próspera y en la que más empleo se genera de toda España. Quizá por eso la presidenta autonómica quiera profundizar en un modelo de horarios comerciales que ha dado muy buenos resultados. Aguirre tiene intención de dar una nueva vuelta de tuerca a la liberalización comercial permitiendo que en Madrid se abran más días las tiendas y durante más tiempo. Conforme a lo que el diario Negocio ha revelado, serían, en total, 22 los festivos en los que los comercios madrileños podrían abrir sus puertas, y los horarios de cierre podrían llegar hasta las 12 de la noche. Como primer paso hacia una liberalización total es una medida digna de aplauso, porque en Madrid sobra demanda para eso y para mucho más y porque los madrileños tienen pleno derecho a elegir cuándo y dónde quieren comprar.

En Libre Mercado

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