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Ignacio Villa

Un Gobierno sin norte es un Gobierno derrotado

De la Vega y Blanco son, además, completamente hipócritas. Dicen respetar a las víctimas mientras cargan contra el Partido Popular por apoyarlas, en unos términos que demuestran los nervios que a este Gobierno le provoca la manifestación.

No falla. Nunca fallan. Al final, por la boca muere el pez. Este viernes, en vísperas de la manifestación convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo, el Gobierno y el PSOE han salido como toros bravos. Han dedicado toda clase de insultos, bravuconadas y descalificaciones a los miles de españoles que este sábado van a volver a salir en las calles de Madrid para decirle al Gobierno que en democracia no cabe la rendición y las concesiones a los terroristas; no se puede vender la libertad.

En esta ocasión De la Vega y Blanco han sido los encargados del ataque. Han vuelto a sacar a pasear la chulería, el desprecio, la tosquedad y la zafiedad. Son, además, completamente hipócritas. Dicen respetar a las víctimas mientras cargan contra el Partido Popular por apoyarlas, en unos términos que demuestran los nervios que a este Gobierno le provoca la manifestación.

Y es que la convocatoria de este sábado es la última gran oportunidad de esta legislatura para decirle al Gobierno: ¡Basta ya! Los ya cerca de cuatro años de Gobierno de Zapatero han sido una auténtica tortura. Una traición humillante a los españoles. La destrucción del equilibrio y la estabilidad. Han sido años de sobresaltos, puñaladas y sectarismo. Un periodo al que los españoles pueden poner fin en las urnas el próximo mes de marzo. Y el Gobierno, que se encuentra desde hace mucho tiempo fuera de la realidad, ha comenzado a darse cuenta de que ese final está a la vuelta de la esquina, que los encantamientos y trucos de imagen de Zapatero no dan para más.

Por eso el PSOE, que sabe que este sábado la calle va a volver a ser un clamor, está tan nervioso. Madrid se va a convertir en un grito multitudinario, en una nueva muestra de la rebelión cívica contra un Gobierno que ha centrado gran parte de su gestión en la destrucción de las víctimas del terrorismo. Este sábado los españoles vuelven a la calle para demostrar al Gobierno que su camino ha llegado al final. No hay tiempo para más. Su descrédito es absoluto y el daño que ha hecho demasiado grande; su margen se ha agotado.

La manifestación de este sábado nos permitirá apoyar una vez más a las víctimas del terrorismo; es más necesario que nunca. Cuando un Gobierno intenta laminar así uno de los fundamentos básicos de una sociedad democrática es que ha caído a la más profunda de las simas morales. Cuando se persigue a las víctimas es que se ha perdido el norte. Y sin él su destino lógico es ir dando tumbos hacia la derrota final. En esas están Zapatero y los suyos.

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