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José Antonio Martínez-Abarca

Bermejo, agradecido a Murcia

Cunde la sospecha generalizada de que el ministro de Justicia, el señor Bermejo, va a ir de cabeza de lista por Murcia en las próximas generales porque quiere embadurnar de basura mediático-judicial a la tierra que lo acoge. Aunque lo acoja a la fuerza.

Cunde la sospecha generalizada de que el ministro de Justicia, el señor Bermejo, va a ir de cabeza de lista por Murcia en las próximas generales. Pero no porque de repente y de un minuto para otro se sienta "un murciano" (que tal ha dicho, a pesar de que su vinculación con esta pequeña Comunidad Autónoma es nula), sino porque quiere embadurnar de basura mediático-judicial a la tierra que lo acoge. Aunque lo acoja a la fuerza. Y de hecho, antes de tomar tierra en el sureste ya ha empezado. Con la basura.

Porque por el sureste, tierra agropecuaria y por tanto recelosa, corre la convicción de que Bermejo ha querido hacer su entrada a lo grande en Murcia como se la prepararon a Isabel II: fabricando deprisa y corriendo, para tal efeméride, un arco de triunfo... de cartón piedra. Porque ya en tiempos de Isabelona existía lo del hacerse la foto bajo un marco incomparable. Bermejo ha avisado de lo suyo con Murcia, inequívocamente un amor a primera vista, haciendo que el nombre de una de sus localidades, Totana, salga por tercera vez en treinta años a la actualidad nacional más rabiosa. La primera fue cuando la totanera Bárbara Rey hacía el rodaje en la capital con prebostes del régimen anterior y del posterior, la segunda, cuando Miguel Porlán, "Chendo", el defensa del Madrid, secó a Maradona en Nápoles, y la tercera, cuando gracias a una bermejada de inequívoco tufillo alubiankado el sociata Álvaro Cuesta se ha permitido decir que allí, en Totana, nace una trama urbanística corrupta que afecta a la entera región (¡pero si es, no la tercera, sino la primera vez que Totana aparece en la cabecera del portal Yahoo!).

Para esto ha ido Bermejo a Murcia: para perfeccionar los arcos de triunfo de cartón piedra de las supuestas tramas "del ladrillo", tramas que ya han venido tratando de encontrar fiscales elegidos sabiamente a dedo en Madrid exclusivamente para tal tarea, la nunca bien ponderada labor de zapa de TVE o los misteriosos reportajes pagados por cuenta ajena en medios internacionales denunciando el crecimiento
"insostenible" del Levante. Ha sido anunciarse como una mala nueva Bermejo y de repente empiezan a salir en su tierra de promisión alcaldes detenidos, cajas de documentación incautadas, ex mujeres de aroma marbellí que llevan presuntos pelotazos del ex marido, periodistas que reciben antes que nadie extrañas llamadas telefónicas procedentes de la Delegación del Gobierno (hay quien dice que del mismo delegado en persona) aconsejándoles que estén a una hora en un sitio si quieren la portada del día siguiente, porque la policía va a ir allí pegar un petardazo con flashes...

Que no se sepa exactamente de qué crimen se acusa a los pardillos del PP (ahora de Totana, pero seguirán otras totanas) porque los hechos son sólo un subproducto aleatorio de la estrategia política no es impedimento para esta nueva forma de "justicia acompasada" socialista a la que tan gustosamente se prestan los medios. Qué decimos impedimento: es un acicate. ¡Lo que le llega a poner a Bermejo ver a presuntos inocentes pulgar con pulgar sacados en la portada de los periódicos por su policía de partido!

Ante esto sólo cabe lo que ha declarado, desafiante, el presidente regional del PP en Murcia: se va a presentar en la causa, si es que la hay, contra estos cargos locales del PP. Pero como acusación particular. En el caso algo más que dudoso de que hayan hecho algo feo, para demandárselo y expulsarlos del partido, y en el supuesto mucho más factible de que todo sea una bermejada mediático-policial, para acusar directamente a los instigadores del caso. Y, ya puestos, que vaya pensando en retirarle a alguno el carnet de "murciano al minuto".

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