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Carina Mejías

"Hechos y no palabras"

Si hay que arrancar "la costra nacionalista", el PSC debería pasar de las palabras a los hechos, de los lamentos, a la acción y mostrar así el verdadero propósito de enmienda

Es época electoral y el Partido Socialista sufre un absceso de realismo. Tanto así, que ha denunciado la "costra nacionalista" que cubre todavía los medios de comunicación en Cataluña. La reacción no se ha hecho esperar y las hordas independentistas y mediáticas han pretendido censurar tanto exceso en el ejercicio de la libertad de expresión.

 ¡Cómo si fuera novedad! Somos muchos los que llevamos años denunciando la falta de pluralidad política en los medios, el sectarismo con el que se emiten los mensajes y la exclusión del uso del castellano, convirtiéndolos en un instrumento al servicio de la "construcción nacional".

Mientras tanto, el PSC miraba para otro lado o contribuía a etiquetarnos de "anticatalanes". Ahora nos sorprende tanto arrojo en la denuncia, sólo justificable por electoralismo y estrategia para movilizar a buena parte de su electorado decepcionado ante tanta cesión a los independentistas.

Dicen los juristas que no está bien ir en contra de los propios actos y me permito recordar unos cuantos. Por ejemplo, que el primer gobierno tripartito llevaba bajo el brazo el informe Sellarés, un auténtico manual de intervención en los medios de comunicación catalanes para ponerlos al servicio de los intereses tripartitos. Un modelo de lo que debe ser la libertad de prensa según ellos.

Ahora se lamentan, pero tampoco hicieron nada para defender a los escritores en lengua castellana en Frankfurt. También permiten que se impongan sanciones lingüísticas a los comerciantes que rotulan en castellano o impiden la enseñanza bilingüe en las escuelas. Fue, de hecho, una consejera socialista la que presionó a los profesionales para que usaran el catalán en los historiales médicos, vulnerando el derecho a la confidencialidad.

Excluyen el castellano de todas las comunicaciones con la administración pública catalana. Abren delegaciones de Cataluña en el extranjero a modo de embajadas. Permiten que se destinen tres millones de euros a la enseñanza del catalán en las famosas bressolas en territorio francés y contribuyen a la promoción de las selecciones deportivas catalanas, a las que también destinan una buena subvención.

"Hechos y no palabras", es el lema de Montilla durante el primer año de desgobierno y caos.

Si hay que arrancar la costra nacionalista, el PSC debería pasar de las palabras a los hechos, de los lamentos, a la acción y mostrar así el verdadero propósito de enmienda votando a favor de la iniciativa legislativa popular que, avalada por más de 50.000 catalanes, pide que se garantice la enseñanza en Cataluña en lengua materna y el bilingüismo sea tan real en las aulas como lo es en el recreo, ese pequeño espacio de libertad en la Cataluña real.

El PSC pasará su prueba de fuego: si defiende la pluralidad política y lingüística tendrá la ocasión de demostrarlo, en caso contrario, será un ejemplo más de la hipocresía política a la que ya nos tienen acostumbrados.

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