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EDITORIAL

ETA y los guiños de ZP al PNV

Poco importa a ZP que el PNV sea un partido abiertamente secesionista o que Ibarretxe haya convocado para octubre un referéndum soberanista, cuya única virtud –y sólo por ahora- es la de no recurrir al engaño o al disimulo para violar la Constitución

Por muchos guiños que Zapatero haya dirigido a CiU en su primera entrevista televisada, no podemos sino ratificar nuestro escepticismo ante la posibilidad de que ello se traduzca en un pacto de gobierno. Cosa distinta y más compleja son los guiños de Zapatero al PNV; un partido que, de hecho, ya ha servido de apoyo parlamentario al PSOE en la última etapa de esta última legislatura, sin olvidar su silenciada contribución a las componendas entre los socialistas y ETA durante el mal llamado "proceso de paz".

Poco importa a Zapatero que el PNV sea un partido abiertamente secesionista o que Ibarretxe haya convocado para octubre un referéndum soberanista, cuya una virtud –sólo por ahora– es la de no recurrir al engaño o al disimulo para violar la legalidad constitucional y la soberanía nacional. Por si fueran poco elocuentes los guiños televisivos de Zapatero a los nacionalistas vascos, ahí están las declaraciones de este martes de Rubalcaba, en las que tildaba de "excelentes" las relaciones del PSOE con el PNV y en las que rehuía hacer referencia al órdago secesionista para no interferir en los posibles pactos de gobierno.

Los planes soberanistas de Ibarrretxe no son en sí mismos un obstáculo para el nihilismo que impera en el PSOE. Más bien son vistos como una oportunidad. De hecho, para que ese envite soberanista tenga posibilidades de salir adelante es necesaria la complicidad de Zapatero para maquillarlo como si de una reforma estatutaria legal se tratara. El obstáculo está –tal y como acertadamente percibieron Imaz y el propio Zapatero– en el riesgo que supone que el PNV y el PSOE se den la mano para acabar con el actual Estatuto de Guernica sin contar con la anestesiante cobertura de ETA.

Para los que creemos que la negociación de Zapatero con ETA no ha sido un error bienintencionado sino un paso imprescindible para dar cobertura a la deriva y las alianzas del PSOE con los nacionalistas, no podemos sino insistir en que no hay pacto de los socialistas con los nacionalistas vascos que no vaya paralelo con algún tipo de acuerdo o compromiso con ETA. Y recomponer eso exige más tiempo que los pocos meses que nos separan del mes de octubre o las pocas semanas que le quedan a Zapatero para volver a formar gobierno.

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