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Carlos Semprún Maura

De derrota a derrota

El propio Bayrou, candidato en Pau, ha perdido. Su explicación de la derrota ha consistido en denunciar un complot y una conspiración contra él, sin explicar quienes eran los conspiradores, si la eterna CIA o el malvado Sarkozy.

Hace algunos años me contaba mi hijo Diego que, habiendo logrado una exposición de sus vitrales en Perigueux (luego fue Limoges), el día de la inauguración se le acercó el entonces alcalde y actual ministro de Educación, Xavier Darcos, para preguntarle por Jorge Semprún. Furioso, Diego respondió: "¡No tengo ni idea! Mi padre y él están enfadados, y hace siglos que no he visto a Jorge". No estaba furioso, me dijo, porque le pidiera noticias sobre el famoso de la familia, pues eso ya le había ocurrido, sino porque estando en su exposición no le dijera nada sobre sus obras. (Diego no sólo pinta sus vitrales, sino que los fabrica él mismo.)

Recordé esta anécdota familiar al enterarme de que Darcos había perdido su alcaldía de Perigeux. No ha sido el único de la UMP en perder ayer domingo en la segunda vuelta de las elecciones municipales y cantorales. La derecha ha perdido más de 30 ciudades de 20.000 habitantes para arriba. El PS no sólo ha conservado París y Lyon, sino que ha conquistado Tolosa, Estrasburgo, Pau, Reims, etc. Mientras, la UMP se mantiene en Burdeos, Marsella, Niza y otras ciudades. Pese a los alaridos triunfales del alcalde de París, Bertrand Delanoe, y pese a que algo haya aumentado el voto sociata, el resultado es un empate: de las 20 alcaldías de distrito que cuenta París, la UMP conserva las 8 que ya tenía y el PS, con los Verdes, sus 12.

Me limitaré a algunas observaciones, por ahora: si tradicionalmente se vota menos en las municipales que en las presidenciales, ayer la abstención fue más importante que otras veces (casi el 40%) y, según las informaciones de la prensa, el electorado de derechas votó menos que el de izquierdas, que estaba más motivado debido a la campaña anti Sarkozy en marcha. Se confirma que el FN de Le Pen ha desaparecido del mapa electoral. Desgraciadamente no ocurre lo mismo con el PCF, aunque haya perdido algunas alcaldías, como en Montreuil y Calais, por ejemplo.

Pero lo más curioso de estas elecciones, y especialmente divertido para mí, es el rotundo fracaso del MoDem de François Bayrou. Desde luego, su cínico oportunismo, intentando aliarse en una ciudad con la izquierda y en otra con la derecha, ha irritado a sus electores, que lo han manifestado en las urnas. El propio Bayrou, candidato en Pau, ha perdido. Su explicación de la derrota ha consistido en denunciar un complot y una conspiración contra él, sin explicar quienes eran los conspiradores, si la eterna CIA o el malvado Sarkozy.

Se mire como se mire, la izquierda ha ganado y se instala más solidamente que nunca en el poder local y regional, que si bien tiene menos peso político que el presidente, el Gobierno y el Parlamento, mayoritariamente en manos de la UMP, les permite realizar una oposición sistemática y destructora contra la derecha. Nicolas Sarkozy, que en su día triunfara brillantemente no sólo contra la izquierda, sino también contra el presidente Chirac, el primer ministro De Villepin y sus amigos, va a tener que reconquistar su país; esta vez no se podrá limitar a los discursos, sino que tendrá que hacer algo.

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