Menú
EDITORIAL

Una fotografía que resume cuatro años

España ha dejado de ser una fuerza importante en Europa y en el mundo. Y así seguirá siendo mientras continúe gobernada por quien considera la política exterior sólo como una manera de ganar votos radicales en el interior.

La imagen de Zapatero sentado solo mientras los líderes de la OTAN está llamada a ser la que mejor resuma la actuación del PSOE durante estos años de Gobierno en materia de política exterior. Es una prueba de que la reelección de ZP no ha servido para mejorar su imagen internacional, a no ser que se considere un progreso que Bush lo felicitara brevemente. Y por más que De la Vega haya intentado restar importancia a esa fotografía, un Gobierno que vive por y para la imagen ha de ser consciente del daño que le ha hecho y puede seguir haciendo. Tiene aún mucho camino por delante para hacerla olvidar, pero si insiste en perseguir nuestra ridícula

El problema de Zapatero es que aunque pueda engañar a muchos ciudadanos, a los dirigentes del resto de los países no los puede embaucar con tanta facilidad. El presidente del Gobierno ha vendido la posición de fuerza de España en Europa ganada por Aznar con gran esfuerzo simplemente para poder decirnos que volvíamos "al corazón de Europa". Ha cedido en todas las negociaciones y ha atendido sin rechistar todas las peticiones que llegaban de fuera. La consecuencia es lógica: ¿para qué negociar nada con alguien que no defiende lo suyo y que nos da todo lo que le pidamos? Así, España es cada vez más irrelevante dentro de la Unión Europea, como dejó de manifiesto Gordon Brown cuando excluyó a Zapatero de la lista de dirigentes con los que discutió los pasos a seguir ante una crisis económica que azotará a España con mayor virulencia que a los demás países de nuestro entorno.

Además, Zapatero no ha cejado en su empeño por llevarse lo mejor posible con los dirigentes menos presentables de América, como Chávez o Castro, mientras procuraba apuñalar por la espalda siempre que podía a dirigentes de impecable pedigrí democrático como Uribe –al que no quiso vender unos tanques cuando el contrato ya estaba firmado– o el gigante del norte. Sus palabras conminando a los demás países a dejar abandonados a los estadounidenses en Irak llevaron al presidente norteamericano a ignorarle por completo desde entonces. Las distintas ocasiones en que Zapatero ha intentado establecer contacto con Bush no sólo han caído en saco roto, sino que han dejado la imagen del presidente por los suelos.

España ha dejado de ser una fuerza importante en Europa y en el mundo. Y así seguirá siendo mientras continúe gobernada por quien considera la política exterior sólo como una manera de ganar votos radicales en el interior.

Pero esta fotografía también parece presagiar lo que puede suceder la próxima legislatura. Zapatero ha crecido a costa de los nacionalistas y la izquierda más extrema, la que antaño votaba a Izquierda Unida. Llamazares parece seguir empeñado en facilitar la fagotización de su formación, pero no está claro que los nacionalistas quieran seguir su camino. Así, los socialistas ya están advirtiendo que posiblemente Zapatero sea investido en segunda vuelta y por mayoría simple, sin el apoyo de ninguna otra fuerza parlamentaria.

Ante esta situación, los mismos que durante estos años hablaban de "la soledad del PP" ya empiezan a decir que esto demuestra "la independencia" con la que gobernará Zapatero durante los próximas años, lo que dice mucho de su sectarismo. Nosotros no caeremos en lo mismo; Zapatero gobernará acompañado de 11 millones de votantes, del mismo modo que el PP nunca estuvo solo con cerca de 10 millones de personas que apoyaban sus posiciones durante los pasados cuatro años. Pero la imagen, tanto en el exterior como en el Parlamento, será la de un Zapatero solo y aislado.

En Internacional

    0
    comentarios