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Larry Elder

¿Dónde está la recesión?

Sólo un cínico sugeriría que existe un sesgo progresista en los medios. Saben que yo nunca creería algo así.

El ex presidente Harry Truman decía que la recesión es "cuando tu vecino pierde su empleo, la depresión es cuando pierdes el tuyo".

Para las personas que hacen frente al embargo de sus hipotecas, la pérdida de su empleo o el esfuerzo de pagar el elevado precio de la gasolina, la definición de recesión resulta baladí e insignificante. Cierto. Pero en año electoral, el constante uso o la expectativa de "recesión" por parte de los medios sí que importan. El senador Barack Obama, probable candidato del Partido Demócrata, considera que la economía norteamericana ya está "en una recesión". ¿Acaso lo estamos, al menos según la definición de los economistas? No. Ni siquiera cerca.

Sin embargo, una reciente noticia, típica por lo demás de las agencias, decía lo siguiente: "La rueda de prensa de Bush pareció una medida preventiva, dado que se produjo la víspera de la publicación de las estadísticas del Producto Interior Bruto de la nación de enero a marzo. La definición común de una recesión es dos trimestres consecutivos de PIB en declive. Muchos esperan que el informe del miércoles proporcione la primera confirmación oficial de esta situación". Bien, caso cerrado.

Sí, los economistas definen por lo general una recesión como dos trimestres o más de crecimiento económico negativo. La Oficina Nacional de Investigaciones Económicas (NBER), la organización independiente que utiliza el Gobierno para determinar los ciclos económicos, define recesión como un período de crecimiento económico negativo sostenido, siendo el PIB la variable más importante. ¿Acaso hemos padecido un período de "crecimiento económico negativo sostenido" desde el final de la recesión de 2001? No. La semana pasada, el Gobierno dio a conocer dos cifras importantes: el crecimiento del PIB (o la falta de él) del primer trimestre de este año y la cifra de puestos de trabajo creados (o la ausencia de ellos) en el mes de abril. Bien, examinemos la información de la víspera y la del día de las cifras difundidas.

La víspera de la publicación del informe del PIB, un titular del diario USA Today afirmaba que "Encuesta de USA Today pregunta: los economistas dicen que estamos en una recesión". Las dos primeras frases decían que "La economía norteamericana se encuentra en recesión, o pronto lo estará (...) dos tercios de los 52 economistas entrevistados sostienen que la economía norteamericana se encuentra en recesión". La historia de la recesión del USA Today muestra un gráfico con las predicciones de 52 economistas. Incorrectamente auguraron un crecimiento económico del 0,1% en el primer trimestre, un crecimiento negativo del 0,5% en el segundo y valores positivos de 2,3, 2,0, 2,2 y 2,6% respectivamente durante los siguientes. Pero en ningún momento se molestan en mostrar el crecimiento del último trimestre de 2007, que aunque anémico, seguía siendo un 0,6%. En otras palabras, y dando por válida la definición tradicional de recesión –dos trimestres consecutivos de crecimiento económico negativo– ni siquiera los expertos económicos del USA Today pueden predecir con base real una recesión.

Las cifras reales del primer trimestre de este año salían a la luz al día siguiente. La primera en la frente. La cabecera de la página web de USA Today daba la siguiente noticia de la agencia Associated Press: Débil crecimiento económico del 0,6% en el primer trimestre, aunque mejor de lo esperado". En inglés, esto significa que desde que la recuperación comenzara en el primer año de Bush en el cargo, no hemos tenido ningún trimestre de crecimiento económico negativo, y menos aún dos consecutivos.

Bien, pasemos a las cifras de empleo de la semana pasada. La víspera de que el Departamento de Trabajo diera a conocerlas, Associated Press decía con desgana: "Los inversores predicen otro valor pesimista del empleo en Estados Unidos el viernes. Se espera que el informe del Departamento de Trabajo arroje una pérdida neta de 75.000 puestos de trabajo en abril y un incremento del desempleo que alcance el 5,2% desde el 5,1 en marzo". Así pues, ¿qué sucedió?

Error. En abril, la economía perdió 20.000 puestos de trabajo. Nada que celebrar, aunque esté muy por debajo de lo que los "expertos" económicos predijeron. ¿Y qué hay del desempleo? Bien, el índice descendió del 5,1 al 5,0%. Esto obligó a Associated Press a reconocer a regañadientes que, bueno, tal vez las cosas no estén tan mal como pensamos: "A pesar de mostrar una clara debilidad, la última imagen de las condiciones de empleo a nivel nacional fue mejor de lo que muchos economistas habían anticipado. Se auguraba una pérdida de 75.000 puestos y que la tasa de desempleo subiría hasta al 5,2%. En marzo, el índice de desempleo bajó al 5% desde el 5,1 anterior. Esa cifra demuestra que hubo más personas que encontraron trabajo de las que no lo hicieron."

Y aquí viene el tiro con efecto. Ya que las noticias económicas no se correspondieron con el pesimismo anticipado, Associated Press cambio de sitio la portería para poder meter gol. "Según la ortodoxia, si la economía se contrae durante seis meses seguidos, esto se considera una recesión. Sin embargo, eso no sucedió durante la última recesión en 2001." ¿Es eso cierto? Pues no: según la NBER, durante la recesión de 2001 no hubo dos, sino tres trimestres consecutivos de crecimiento económico negativo.

Hacia octubre de 1992, cuando el presidente George Herbert Walker Bush se presentaba a la reelección frente a Bill Clinton, la economía llevaba 18 meses de recuperación. Pero como indicó el Investor's Business Daily, el 90% de los artículos sobre la economía eran negativos. Aún así, al mes siguiente, cuando Clinton ya había derrotado a Bush padre, ¡de repente sólo el 14% de las noticias económicas de la prensa eran negativas!

Pero sólo un cínico sugeriría que existe un sesgo progresista en los medios. Saben que yo nunca creería algo así.

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