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Ignacio Villa

Ineptitud a granel

El Gobierno, empeñado en negar la crisis, adiestrado como está en la mentira, pensaba que podría volver a neutralizar esta crisis con piruetas dialécticas o con trifulcas políticas. Esta vez no.

No cabe la sorpresa. El Gobierno se tomó tres meses de vacaciones, pero no ha perdido ni una pizca de su ineptitud, incapacidad y prepotencia para enfrentar los problemas, cada vez más, de los españoles.

La muerte del miembro de un piquete en Granada este martes refleja la gravedad de la revuelta social en carreteras y en puertos pesqueros. Una situación en la que parece que nos hemos visto inmersos de la noche a la mañana, pero que viene de lejos: por más que para el Gobierno la crisis económica no exista, el precio del petróleo está por las nubes, las hipoteca disparadas, los precios descontrolados, la venta de coches en caída libre y las cuentas corrientes de muchos españoles tiritando cómo no se veía desde hace mucho tiempo.

Dos días con toda España bloqueada, y el presidente Zapatero está más desaparecido que nunca. Ni siquiera se ha dignado a convocar un gabinete de crisis con rango ministerial. Las órdenes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado les exigen que mantengan una actitud contenida con los piquetes y es escoge a la ministra Álvarez como la gran interlocutora política. Un Gobierno entre dormido y atrofiado y un presidente fuera de juego.

El paro de transportistas y de pescadores no tiene fácil solución. Los precios astronómicos nos plantan de bruces ante la crisis. No es una pataleta callejera más o menos interesada, sino la primera entrega de esta crisis económica arrolladora que afectará, de una forma u otra, a todos los españoles.

El Gobierno, empeñado en negar la crisis, adiestrado como está en la mentira, pensaba que podría volver a neutralizar esta crisis con piruetas dialécticas o con trifulcas políticas. Esta vez no. La única salida es actuar con eficacia, y eso es pedir un imposible. Sin aceptar la realidad ni mostrar un mínimo de humildad para fijar unos objetivos serios, estas crisis sólo pueden agravarse. Y por el momento eso es lo único que estamos viendo y sufriendo.

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