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Amando de Miguel

Anglicismos por la puerta falsa

Lo malo de la importación de anglicismos que se hace inconscientemente a través de la mala imitación que entra por los doblajes de las películas o las traducciones de anuncios o novelas.

Cada vez dedico más espacio de este corralillo de las palabras a divagar sobre la penetración del inglés en el español. El inglés es el latín de nuestro tiempo, solo que viene después de estar consolidados otros idiomas de comunicación internacional. El español se nos llena de anglicismos y de modas que circulan en el mundo angloparlante. Es natural que así sea. Hay que resistirse a esa invasión cuando realmente desplace a palabras castizas con plena significación. Hay que dar por benéfica esa importación cuando nos ayude a entender realidades nuevas, como el deporte, el mundo de la empresa o de la informática.

Debe anotarse que muchos anglicismos provienen antes de la incorporación de palabras latinas, con lo que no deben resultarnos extraños. Lo malo de los anglicismos es cuando los utilizamos sin percatarnos de ese origen foráneo. Lo peor no es que provengan de otra cultura sino que puedan alterar considerablemente la estructura de la lengua española. Lo más notable es que el recurso de los anglicismos suele darse en personas que no saben inglés pero que, por su posición, necesitarían dominarlo un poco.

Lo malo de la importación de anglicismos que se hace inconscientemente a través de la mala imitación que entra por los doblajes de las películas o las traducciones de anuncios o novelas. Un ejemplo puede ser el verbo hacer con la función que cumple en inglés el verbo auxiliar to do. Se añade el abuso de la expresión lo sé, que se puede decir perfectamente en español, pero cuyo uso debería ser restrictivo. Ambas ilustraciones se dan juntas en esta frase de una excelente novela: "Conmigo, encerrado todo el día en casa, no podrías trabajar. Ahora lo harás, lo sé". Nativel Preciado, Camino de Hierro, Espasa, 207). No es una deficiencia sintáctica sino estilística. En lugar de "ahora lo harás, lo sé" (que suena a película norteamericana doblada) se podría haber dicho: "ahora vas a poder trabajar, no te quepa duda". Es un ejemplito de nada, pero creo que se me entiende.

Son muchos los corresponsales dispuestos a enviarme más ilustraciones sobre el mal uso de los neologismos. Selecciono hoy las estudiadas observaciones de Manuel Gago García, una persona que conoce bien la sociedad norteamericana. Manuel Gago García se maravilla de que los periodistas deportivos, al comentar los tres goles de Villa contra Rusia, se refieran al hat trick. "Como usted conoce, hat trick es [literalmente] truco del sombrero, mas en inglés quiere decir tres goles en un partido. ¿Qué trabajo cuesta decir Villa marcó tres goles?". Tiene razón don Manuel. En los deportes ingleses la hazaña de marcar tres tantos o ganar tres carreras se denomina to do the hat trick. Añado que quizá interese saber que esa expresión proviene del cricket, en el que es muy difícil acertar con tres bolas seguidas. En otros tiempos el jugador que conseguía esa hazaña recibía como premio un sombrero. Naturalmente eran los tiempos en los que el cricket era un deporte de gente educada y acomodada, no de profesionales. De todas formas, la traducción literal no creo que sea "el truco del sombrero" sino "la hazaña del sombrero".

Don Manuel lee en LD, a propósito del partido España-Rusia, que un jugador hizo un remake. Don Manuel no sabe decir qué es eso del remake. Yo, tampoco. En el cine significa "nueva versión", pero no sé cómo se puede aplicar esa idea al fútbol. ¿Podría aludir a la reaparición de un jugador? Espero que alguien me lo aclare.

Manuel Gago García protesta contra esa moda de recurrir a la abreviatura vs (= versus) para indicar que un equipo juega contra otro. Por ejemplo, "Austria vs Polonia". Como es sabido, el versus se utiliza en la jerga jurídica y deportiva de los Estados Unidos para indicar "contra". Es una degeneración del sentido originario, pues versus en latín vale "hacia". El significado de "contra" ha entrado en la jerga deportiva española por puro mimetismo. Ahí es donde Fernando Lázaro Carreter dice que se trataba de un vicio horroroso e imbécil; imbécil es "débil de espíritu", su sentido originario. No soy tan exigente.

Manuel Gago García me envía un trabalenguas inglés: If you write rite right, you write rite wrong. La gracia está en que write (= escribir), rite (= rito) y right (= correcto) se pronuncian lo mismo (rait). Se comprenderá ahora lo difícil que es el inglés para un escolante español, no tanto por la gramática sino por la prosodia.

Constancio Loza Cortina (Oviedo) comenta que el acrónimo Y2K (= year 2000) puede leerse libremente como why to care o "por qué preocuparse" ante la catástrofe informática del fin del segundo milenio. La verdad es que el asunto de Y2K fue uno de esos juegos divertidos que a veces se han utilizado para engañar al pueblo ingenuo.

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