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Amando de Miguel

Eutrapelia

Gregorio Salvador escribe artículos, monografías y novelas, siempre con chispa y conocimiento. Sus escritos, llenos de humor, se leen con sumo placer.

A propósito de la referencia que yo hacía sobre las minas de hierro de Bilbao, Gabriel Ter-Sakarian Arambarri se acuerda de una canción de la época:

Un inglés vino a Bilbao
para comprar mineral,
pero al ver las bilbainitas
ya no se quiso marchar.
Más vale una bilbainita,
con su cara bonita,
con su gracia y su sal,
que todas las americanas
con su inmenso caudal.

Juan y Edel Ddíaz comentan [a propósito de la sandez de la ministra de Igualdad]: "si alguien es miembra de una entidad, quien la promovió debe [de] ser gilipollo".

Por lo visto, la ministra reconoció que lo de miembra había sido un lapsus, pero que la apalabreja debería ser reconocida por la RAE. La opinión de Gregorio Salvador es que "siempre tenemos locos que escriben a la Academia pidiendo cosas peregrinas", como "todas esas mandangas de esa confusión entre sexo y género". José Mª Navia Osorio comenta que le gustaría saber algo más de Gregorio Salvador. Escribe artículos, monografías y novelas, siempre con chispa y conocimiento. Sus escritos, llenos de humor, se leen con sumo placer.

Pedro Manuel Araúz Cimarra (Manzanares de la Mancha) propone una reunión extraordinaria de la Real Academia para admitir, sin más trámite, a la ministra Bibiana Aído como miembra (no viril) de la docta casa. Reflexiona don Pedro Manuel: "Cuando un tonto se pone en la linde, esta se acaba, pero el tonto sigue y sigue como los muñequitos dotados de esas pilas inagotables".

Agustín Fuentes me reconforta con un chiste étnico y lingüístico, que son los buenos. Lo transcribo para general deleite de los libertarios:

Un niño japonés llega a Estados Unidos y el papá lo inscribe en una escuela. El primer día de clase, la maestra presenta a Susuki, hijo de un empresario japonés, a los chicos de sexto grado.

Luego la maestra les dice a los alumnos:

– Empecemos repasando un poco de historia de América del norte y del sur. ¿Quién dijo "Denme la libertad o denme la muerte"?

La clase se quedó callada, excepto Susuki.

– Lo dijo Patrick Henry, 1775.
– ¡Muy bien! ¿Quién dijo que el Gobierno del pueblo y para el pueblo no debe desaparecer de la faz de la tierra?

De nuevo, ninguna respuesta de la clase, salvo Susuki:

– Abraham Lincoln, 1863.

La maestra asombrada, les dice:

– Chicos, debería darles vergüenza. Susuki que es nuevo en nuestro país, sabe más de nuestra historia que ustedes.

La maestra alcanza a escuchar un susurro:

– ¡A la mierda con los malditos japoneses!
– ¿Quién dijo eso? – preguntó la maestra. Nuevamente Susuki levanta su mano y dice:
– General Mc Arthur, 1942.

La clase queda muda y uno de los chicos alcanza a decir:

– Voy a vomitar.

La maestra trata de ver quién fue el alumno irrespetuoso:

– Ya está bien. ¿Quién dijo eso?

Y Susuki dice:

– George Bush padre, al Primer ministro japonés, 1991.

Uno de los alumnos, furioso, le grita al japonés desde el fondo:

– ¡Chupame ésta!

Susuki, casi saltando en su silla, le dice a la maestra:

– Bill Clinton a Mónica Lewinsky, 1997.

El que era el número uno de la clase gritó:

– Estaba primero hasta que llegó este japonés de mierda.

Y Susuki contesta:

– Mario Vargas Llosa, elecciones peruanas, 1990.

La clase entra en un estado de histeria. La maestra se desmaya, cunde el caos. Mientras los chicos se arremolinan alrededor de la desvanecida maestra, uno de ellos exclama:

– Mierda, la cagamos, ¿y ahora como salimos de este desastre?

Y Susuki responde:

– Nestor Kirchner, Buenos Aires, marzo de 2008.

Otro chiste étnico y lingüístico. Lo envía Francisco García-Olmedo Domínguez relata réfero (= como me lo contaron, así lo cuento):

Un francés muy aturdido entró en una farmacia creyéndolo hacer en la sombrerería contigua; dirigiéndose con tacto y sigilo al dependiente, deman­dó:

– Bonjour ! Donnai-moi, si'l vous plaît, un chapeau noir.
– Un "chapeau" noir? Et pourquoi? – preguntó estupefacto el mancebo.
– Parce que mon mère c'est morte.
– Mon Dieu; combien de délicatesse!

Miguel A. Taboada es el proveedor habitual de material jocoso para esta seccionilla. Viene muy bien para demostrar que el humor se basa muchas veces en la polisemia. He aquí la última aportación, referida a México:

Van pasando dos personas frente al Congreso de la Uniòn (el parlamento mexicano) y de repente oyen gritos desde dentro del recinto: "¡Güevón!, ¡ignorante!, ¡ladrón!, ¡violador!, ¡maricón!, ¡degenerado!, ¡ratero!, ¡comemierda!, ¡sinvergüenza!, ¡cabrón!, ¡vende patria!, ¡descarado!, ¡hijo de puta!" Entonces le dice el uno al otro:

– Óyelos, ya se armo la bronca
– No seas pendejo, ¡están pasando lista!

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