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Juan Morote

Vaya par

A Zapatero le ha faltado decir que el precio del fuel sube porque faltan en el mercado las 64.000 toneladas que se perdieron con el hundimiento del Prestige. Es el colmo del delirio progre.

Siguen Miguel Sebastián y José Luis Rodríguez Zapatero a vueltas con sus explicaciones sobre la etiología de la escalada de precios del barril de petróleo. Don Miguel sigue por el derrotero de la demagogia que tan fácilmente cala en las permeables mentes progres. A saber, la causa es la especulación, es decir, el afán de unos pocos capitalistas sin escrúpulos por amasar fortunas, sin asumir el menor riesgo. Y esto determina que esté subiendo de forma constante el barril de petróleo. ¡Brillante, don Miguel!

Rodríguez, presidente del Gobierno y ayuno de cualquier formación económica –aunque, bien pensado, creo que lo de económica sobra–, ha proporcionado un razonamiento de mucho mayor calado intelectual. Según José Luis Rodríguez, la culpa la tiene Bush por haber provocado la guerra de Irak. Y claro, ya se sabe que el intentar democratizar a un país y liberarlo del yugo de un tirano como Sadam Hussein no es aceptable si lo hace el inventor de la democracia moderna, ergo Estados Unidos.

Lo de Sebastián es para que se lo haga mirar. Sólo un par de días después de su celebérrima contribución a la teoría de los precios, el consejero delegado de BP, Tony Hayward, ha dejado en evidencia a tan egregio ministro. Hayward ha calificado de "mito" la teoría de la especulación como causa del encarecimiento del crudo, ya que, en su opinión, el problema radica en que "la oferta no está respondiendo adecuadamente a la creciente demanda". Además de lo anterior, debemos tener en cuenta que la actividad especulativa cuando se ejerce sin utilizar información ilegítimamente obtenida es perfectamente lícita, y también necesaria para el funcionamiento del mercado. Mercado en el que se lucra no sé si tan legítimamente Carlos Arenillas, marido de su cofrade Mercedes Cabrera.

Si lo de Miguel Sebastián es para nota, lo de José Luís Rodríguez es para echarse a llorar. Atribuye la escalada del precio a la guerra de Irak. Debería saber que Irak exporta menos de la mitad de petróleo que Noruega, y que está en un nivel de exportación similar a Kazajistán o a Libia. A Zapatero le ha faltado decir que el precio del fuel sube porque faltan en el mercado las 64.000 toneladas que se perdieron con el hundimiento del Prestige. Es el colmo del delirio progre.

La verdad es que el auge del precio del petróleo viene determinado por una confluencia de factores: la incorporación de dos grandes consumidores como son China y la India, los abusos de soberanía fiscal en los países productores, la renacionalización del sector que menoscaba la eficiencia, una extracción es cada vez más costosa y, por último, la excesiva dependencia energética del petróleo en Europa Occidental, provocada por la tiranía de lo políticamente correcto que no acepta el desarrollo de la energía nuclear.

Pero claro, no vamos a pedir que la realidad estropee un mitin o una comparecencia ante los medios de Rodríguez o Sebastián. Cuánta razón tenía Revel cuando señalaba que de todas las fuerzas que mueven el mundo sin duda la más fuerte es la mentira.

En Libre Mercado

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