Jesús Pabón fue uno de los grandes historiadores españoles de mediados del siglo XX, hoy prácticamente olvidado porque no encaja con el paradigma izquierdista que domina (o asola) el mundo académico. En sus obras fluía la pulcritud científica en una prosa cuidada, directa, sin ambages ni dobleces; una forma de narrar historias que aprendió, sin duda, en sus tareas periodísticas.
Releyendo uno de sus más agudos trabajos, Las ideas y el sistema napoleónicos, he caído en una de las frases de Pabón: “El momento en el que Europa vive el problema de una nueva organización, Godoy jugará en pequeño, víctima de miedos y vanidades personales, náufrago y no piloto en la tormenta”. Y entonces me acordé de Zapatero.
Quizá, un día, a algún historiador, dentro de varias generaciones, se le ocurra narrar la historia política de la época zapaterina. Y digo “quizá” porque lo más probable es que los metahistoriadores del futuro decidan, por eso de hacer carrera funcionarial –digo académica-, no hablar del “naufragio” sino abordar dicho periodo estudiando el significado y evolución del concepto “crisis”, la paridad de hombres y mujeres en cualquier órgano colectivo –¡que se note el auge de la historia de género!-, o la rehabilitación paternalista de lo antes conocido como “derecha”. Pabón, pues eso, proscrito.