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EDITORIAL

El nuevo PP no es el de Rajoy

Los injustamente derrotados en los congresos de ayer serán sin duda los vencedores de mañana, algo que la ceguera e intolerancia del actual equipo dirigente del PP podrá retrasar, pero no evitar

Si algo han dejado claro los congresos del PP de Cataluña y Baleares es que la realidad del partido dista mucho de la que Rajoy y su equipo quieren imponer a golpe de censura y dirigismo. El descontento y la rebeldía mostrados ayer por casi la mitad de los compromisarios en Cataluña y un tercio de los de las islas demuestra también que el congreso de Valencia cerró en falso una crisis de proyecto y liderazgo que las operaciones del aparato de Génova no han hecho sino exacerbar.

 

En Cataluña, la imposición de una mal llamada candidata de consenso, la senadora Alicia Sánchez Camacho, ha provocado una contundente reacción en contra expresada por buena parte de los asistentes al cónclave catalán en forma de pitos y abucheos a la subsecretaria de organización de PP, Ana Mato, y a Alberto y Jorge Fernández Díaz, los dos políticos más beneficiados por la intervención del equipo de Rajoy. Sin embargo, mucho más importante que eso ha sido la plasmación de este malestar en el voto a la candidata y diputada autonómica Montserrat Nebrera, que con casi la mitad de los apoyos de los compromisarios ha conseguido aglutinar a militantes de diversas corrientes, unidos por la reivindicación de libertad y de democracia interna y opuestos a la idea de que su partido sea patrimonio de unos pocos, a veces los menos indicados.

 

A este respecto, el congreso del PP catalán pone de manifiesto el divorcio existente entre la cúpula del partido y unas bases cada día menos dispuestas a aceptar apaños mal planeados y peor explicados. Este fenómeno indica un profundo y positivo cambio en la cultura política de ese partido, algo de lo que por desgracia Rajoy y los suyos no han tomado nota. Así, Alicia Sánchez Camacho y los hermanos Fernández Díaz tendrán que lidiar con un partido agriamente dividido entre los representantes del viejo estilo patrimonial de épocas anteriores y quienes a pesar de sus diferencias ideológicas desean una organización política más libre y abierta hacia su interior, es decir más democrática.

 

En cuanto al congreso del PP balear, también el candidato ajeno al aparato, el alcalde de Calvià Carlos Delgado, ha cosechado un resultado más que meritorio con un tercio de los apoyos expresos de los compromisarios. Este caso resulta especialmente llamativo ya que  la candidata oficial, Rosa Estarás, defiende una línea política basada en la aproximación a los nacionalistas, justo el factor que hizo que su partido fuera desalojado del poder en Baleares en las últimas elecciones autonómicas y municipales. Perseverar en el error con el apoyo de la dirección nacional del partido es una nueva evidencia del actual estado de profunda desorientación del PP. Tristes papeles los jugados Mª Dolores de Cospedal, la nueva Secretaria General, y de Ana Mato, quienes a la espera de la intervención de hoy de Mariano Rajoy en Barcelona han actuado de una forma que poco tiene que ver con la renovación, la apertura y la unidad, y mucho con la trapisonda.

 

En fin, los injustamente derrotados en los congresos de ayer serán sin duda los vencedores de mañana, algo que la ceguera e intolerancia del actual equipo dirigente del PP podrá retrasar, pero no evitar.

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