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Isabel Durán

Babys Zeta

Zapatero ha desmantelado definitivamente el viejo partido del que no quedan ni las raspas convirtiéndolo en un ejército de fieles que le rinde pleitesía a la búlgara.

El 37 Congreso Federal pasará a los anales de la historia del Partido Socialista por la jubilación definitiva de los barones del PSOE y de cualquier vestigio de a vieja guardia, excepción hecha del pleistocénico y acomodaticio presidente de la formación política y jefe del enviciado y endogámico granero andaluz, Manuel Chaves. Zapatero se cepilla así, de golpe y porrazo, a más del 60% de los miembros de la Ejecutiva Federal y manda a su casa a todos los responsables de área, salvo Elena Valenciano, que continúa al frente de las relaciones internacionales. Hasta sus valedores de Nueva Vía han quedado definitivamente en la cuneta, salvo la triunfante secretaria de Organización, Leire Pajín.

Algunos de los secretarios generales regionales han temblado de ira, otros –con puestos menos relevantes pero con aspiraciones y meritos suficientes de entrega durante años–, andan como si les hubieran amputado un miembro. Pero todos callan por si las moscas ante el exterminador y su alter ego, el fortalecido vicesecretario general, Pepiño Blanco, al que muchos daban por muerto. Sólo el ex presidente de la Junta de Extremadura y secretario general del PSOE extremeño, presto para abandonar definitivamente la política, se ha atrevido a abrir la boca. Lo hizo en la inauguración de los fastos de la incineración del partido pre-Zeta. Juan Carlos Rodríguez Ibarra protestó por que el PSOE se convierta en un "bebé de tres meses y medio" cuando tiene "129 años de historia".  

Zapatero ha desmantelado definitivamente el viejo partido del que no quedan ni las raspas convirtiéndolo en un ejército de fieles que le rinde pleitesía a la búlgara. El moderno cesarismo zapateril encuentra su máximo exponente en el informe de gestión aprobado la jornada inaugural con apoyo del 100% de las papeletas. El tercer congreso de la victoria de la nueva era Zeta consagra a Zapatero como el todopoderoso secretario general que no tiene quien le chiste. Con el espaldarazo del 98,5 % de los votos, Rodríguez Zapatero ha lanzado hábilmente el anzuelo del aborto, la eutanasia y el laicismo recalcitrante para proceder a la más clamorosa e implacable operación de fumigación de sus “compañeros” de filas.

El PSOE se reviste de izquierdista para continuar con su estrategia del engaño. Los nuevos babys Zetas del plan renove del PSOE, más radicales y ultras, se dedicarán a partir de ahora con renovado esmero al fomento de las maniobras de distracción que alejen a los ciudadanos de los gravísimos problemas económicos y políticos que el socialista ha provocado y para los que no sólo no tiene respuestas sino que acabará por hundirnos a todos.

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