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Juan Carlos Girauta

No es el alcohol, es España

Al nacionalismo moderado (jo, je, jjjh), le parece que triunfar en un campeonato que ha tenido en vilo a medio mundo es algo que debe ser celebrado por el grupo de veinteañeros de forma muy diferente. Por ejemplo, vistiéndose de escolanets de Montserrat

En CiU están muy preocupados por la salud de los jugadores de "la roja". Son los únicos; cualquiera se da cuenta de que están en plena forma. Cualquiera menos el nacionalismo moderado (ja, ji, ju) catalán, que por boca de una Montserrat Surroca, diputada, ha preguntado al Gobierno su opinión por el consumo de alcohol de la selección española durante las celebraciones por su reciente triunfo.

Al nacionalismo moderado (jo, je, jjjh), le parece que triunfar en un campeonato que ha tenido en vilo a medio mundo es algo que debe ser celebrado por el grupo de veinteañeros de forma muy diferente. Por ejemplo, vistiéndose de escolanets de Montserrat y cantando el Virolai mientras los varios catalanes de la selección agitan la cuatribarrada –que esa sí es una bandera políticamente correcta– y el resto mueve los labios y se jode por tener una bandera franquista.

Como licencia muy excepcional, a esos jugadores descontaminados se les podría administrar, a modo de contenida apoteosis, unas copitas de Aromas de Montserrat. Y al que no le guste el licor esencial –en todos los sentidos–, que le den Agua del Carmen, que uno la puede beber hasta ponerse chispo simulando que tiene un mareo y sin escandalizar a nadie. Para los más jóvenes de la selección, un vasito de Quina San Clemente, que les abrirá el apetito. Y ahí acaban las posibilidades de ingesta de alcohol para el nacionalismo moderado (que me parto).

Convergentes y unionistas todos, santurrones, gazmoños, fariseos, ¿no os dais cuenta de lo que le estáis haciendo al azotado gremio del cava, símbolo de los festejos patrios (de España) por excelencia? Ah, ya entiendo, no se trata de nada de eso. No es el alcohol lo que os molesta, es España. Pues decidlo claro, criaturas. Que corrija la diputada abstemia de inmediato su pregunta o será tenida siempre más por remilgada puritana o por aguerrida miembra del Ejército de Salvación.

Ya que sacan el tema de la embriaguez, yo podría citarles a Baudelaire: "Hay que estar ebrio siempre", o "Partamos a lomos del vino", o "¡Embriáguense, embriáguense sin cesar!" Podría traer a Horacio, más prudente: "No seas loca, filtra tus vinos / y adapta al breve espacio de tu vida / una esperanza larga." O al más temerario Gil de Biedma: "Te acompañan las barras de los bares / últimos de la noche, los chulos, las floristas, / las calles muertas de la madrugada".

Lo que se me escapa, y bien quisiera saberlo, es qué se habrán metido en el espiritoso congreso de Convergència para llegar a las conclusiones a que han llegado. Pera allá cada cual con su consumo: ¡Derecho a decidir!

En España

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