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José Antonio Martínez-Abarca

Que la Audiencia escriba y yo firmo

Nunca pensé que a la hora de publicar un artículo me las tendría que ver, además de con las conveniencias de la empresa del periódico o las del director del mismo, con lo que le conviene al gusto literario de las instancias judiciales.

Sin duda el diario El Mundo ya excedió los límites de crítica al juez Garzón cuando su columnista José Luis Martín Prieto escribió lo que escribió sobre aquella interminable carta de amor a sí mismo del magistrado en forma de libro cuyo título la memoria selectiva me impide recordar (y no será por su invisibilidad: El Corte Inglés, a pesar de que no lo compraba nadie, le dedicó por alguna oscura razón stands enteros a la eximia deposición). Aquella frase de Martín Prieto, que más o menos ha hecho fortuna, más o menos decía así: "¿Cómo decirlo de manera suave para no herir a quien tengo por amigo? Malo de cojones".

Me extraña que ya entonces la Junta de no sé qué de la Audiencia Nacional no emitiera un comunicado defendiendo la calidad literaria de Garzón, ahora que los jueces pretenden escribirles los editoriales a los opinadores y los programas a los locutores y la crítica a los críticos, para asegurarse de que les gusta el contenido y no "excede los límites". Como yo no sé qué es exactamente lo que quieren decir las señorías, porque no se puede exceder lo que no está limitado más que en sus santos cojones, mejor será que los órganos del poder judicial, al igual que controlan las cuentas de una empresa en los concursos de acreedores, me escriban directamente las columnas a condición de que las siga cobrando yo y subcontraten a un sembrador de avena para arrojar las comas.

Nunca pensé que a la hora de publicar un artículo me las tendría que ver, además de con las conveniencias de la empresa del periódico o las del director del mismo, con lo que le conviene al gusto literario de las instancias judiciales. A la segunda o tercera vez que cualquier director de los muchos que he tenido me decía que un artículo no salía, no por ninguna razón tasada, sino porque "no es oportuno" (antigua forma de decir "excede los límites"), yo le pedía a mi superior que me hiciese por favor una lista de asuntos que no eran oportunos, o mejor, una lista de asuntos que sí eran oportunos, que de esta forma terminábamos antes.

La Junta de no sé qué de la Audiencia Nacional no debe quedarse en un mucilaginoso "excede los límites", porque lo primero que excede los límites es decir que excede los límites, sino que debe pasarnos una lista concreta de noticias de actualidad que no es de buen tono abordarlas, o mejor que eso, ya que así terminamos antes, que nos pasaran directamente la lista de insultos que no menoscaban el honor del ex director de ABC Juan Antonio Zarzalejos. Con lo fácil que es hacer bien las cosas.

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