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Michelle Malkin

Obama el censor

Bienvenidos a la política de la Esperanza y el Cambio y sus tácticas militares de arrasar al contrincante.

¿Dónde están todos esos absolutistas de la libertad de expresión cuando te hacen falta? Durante el pasado mes, activistas de extrema izquierda y abogados demócratas han emprendido una campaña de intimidación arrabalera contra donantes del Partido Republicano, cadenas de televisión y emisoras de radio, y hasta un periodista de investigación, por haberse atrevido a cuestionar el culto radical a Barack Obama. Soplan vientos de censura, pero nadie sabe dónde se esconden los valerosos defensores de la disidencia política.

El 11 de agosto contacté con el cuartel general nacional de la Unión Americana por las Libertades Civiles (ACLU) en Nueva York en busca de reacciones a las tácticas propias de gángsters de Chicago de uno de estos colectivos, una organización sin ánimo de lucro llamada "América Responsable" que está encabezada por un antiguo operativo de MoveOn, grupo que apoya a Obama.

América Responsable se ha ido de pesca por las bases de datos de financiación de la campaña buscando donantes republicanos a los que enviar cartas "de advertencia", en un intento delictivo por secar la financiación de este partido. (Le interesará saber que la procuradora oficial de América Responsable es Laurence Gold, una vigorosa abogada de la Federación Estadounidense de Sindicatos y Congreso de Organizaciones Industriales, AFL-CIO, que ha prestado testimonio ante el Senado quejándose del uso de las leyes de financiación de campaña para frustrar la libertad de expresión de los sindicalistas; una causa estrella de la ACLU.)

La oficina de prensa de la asociación no respondió a mi primera llamada. El 13 de agosto les pregunté por correo electrónico:

Llamé el lunes solicitando alguna declaración por parte de la ACLU acerca de la campaña de intimidación de América Responsable contra los donantes del Partido Republicano. ¿Cuál es la postura de la ACLU con respecto a tales maniobras? A la espera de sus declaraciones...

La empleada de prensa de la ACLU Pamela Bradshaw respondió por correo:

Michelle, lamento no poder ser de más ayuda, pero no tenemos a nadie disponible. Gracias, Pam.

Mi respuesta:

Pam, ¿significa esto que no tenéis a nadie disponible hoy, esta semana, o en el futuro próximo?

El 20 de agosto, tras una semana de silencio, reenvié el mensaje de nuevo a la oficina de prensa de la ACLU sin éxito. En fin, que no me voy a molestar en preguntar por la opinión de la ACLU ante la última oleada de maniobras encaminadas a silenciar la libertad de expresión por parte de la campaña de Obama.

El lunes 25 de agosto, Obama exigió que el Departamento de Justicia impidiera a las cadenas de televisión la emisión de un anuncio independiente, documentado y preciso acerca de la longeva relación de Obama con el impenitente terrorista de los Weather Underground Bill Ayers. Obama dio instrucciones a sus seguidores de bombardear con protestas a las emisoras de televisión, propiedad muchas de ellas de Sinclair Communications, de línea editorial conservadora, logrando el envío de 93.000 correos electrónicos pidiendo suprimir el anuncio.

El martes, la campaña Obama envió otra carta a la Oficina de Justicia exigiendo la investigación y el procesamiento del Proyecto de Asuntos Americanos, el colectivo que produjo el anuncio de Ayers, así como del multimillonario de Dallas Harold Simmons, que lo financia.

Y el miércoles, Obama exhortó a sus seguidores a sabotear el programa de radio del veterano locutor de Chicago y profesor de la Universidad de Chicago Mitt Rosenberg en la emisora WGN. ¿Por qué? Por invitar al columnista del National Review Stanley Kurtz para debatir los últimos descubrimientos acerca de los vínculos de Obama con Ayers y los copiosos resultados de su colaboración en un proyecto educativo de extrema izquierda patrocinado por Chicago Annenberg Challenge. El "Obama Action Wire" daba el número del programa de Rosenberg y proponía argumentos como este:

Comunique a WGN que, al proporcionar tiempo en directo a Kurtz, está legitimando ataques infundados por parte de un resentido y rebajando el nivel del discurso político... es absolutamente inaceptable que la WGN dedique tiempo a un difamador como Kurtz para que propague su discurso divisorio y destructivo en las ondas públicas.

Detrás de la reluciente y pacífica fachada se encuentra Barack Censor Obama y sus silenciosos colaboradores de la izquierda. Mientras los principales periodistas del país conversaban con celebridades progresistas en Denver, practicaban yoga con bloggers de extrema izquierda y recibían masajes en la carpa de convenciones Google cerca de la Barackópolis del juicio crítico anulado, el Equipo Obama se lanzaba a una desagradable y agresiva campaña contra la libertad de expresión con el visto bueno de Mr. Civismo. Mientras el compasivo Obama se preparaba para comparecer ante miles de fieles en Invesco Field, simulando poner voz a los que no la tienen, su campaña aleccionadora en Chicago trabajaba a marchas forzadas por impedir la expresión de los críticos conservadores. "Queremos que se detenga," ordenaba un oyente pro-Obama a la WGN.

Bienvenidos a la política de la Esperanza y el Cambio y sus tácticas militares de arrasar al contrincante.

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