Fernando Colomo, director de cine por la gracia de las musas y del contribuyente español, ha alumbrado un curioso cortometraje. En él se ve cómo una limpiadora de un hospital, tras caer de una escalera y romperse un brazo, se lo compone y se lo escayola ella misma sin ayuda de nadie. No se trata, sin embargo, de una fábula para ilustrar el nuevo paradigma de la política sanitaria del PSOE, recientemente formulado por el ministro del ramo: "Tu cuerpo es tuyo". La pieza del cineasta no alude a esa nueva ortodoxia socialista creada por Bernat Soria, sino a otra más añosa.
El co-autor del celebrado film Hay motivo (para votar a ZP), que lograra el récord de 496 espectadores y dos semanas en cartel, se propone defender de esa guisa la sanidad pública. Colomo no teme que esté amenazada por una crisis económica que el Gobierno socialista no ha sabido evitar ni atemperar de ningún modo. Nuestro servicial artista sólo quiere decir que los gobiernos del PP se la están cargando en Madrid y en otras comunidades autónomas.
En el minuto y cincuenta y siete segundos que dura la exposición de "la tesis", el cineasta no ofrece dato alguno sobre la operación de derribo que denuncia. Ninguna información hay, pues el corto no pretende informar. Es la suya una pieza de propaganda, pero confusa, por lo que se ha de aclarar con un mensaje: "Hasta que estemos preparados para curarnos solos, la sanidad pública seguirá siendo una necesidad y un derecho para todos". Anda, ¿no curan en la otra? Que se lo pregunte a sus colegas de la gauche caviar, que acuden a la privada a sanar sus males.
Hace años que el PSOE asusta periódicamente al electorado con el coco de la privatización de la sanidad. Ninguna de sus profecías apocalípticas se ha cumplido y la sanidad pública permanece. Qué casualidad que sacara del baúl al viejo y maltrecho fantasma cuando la Comunidad de Madrid empezó a inaugurar nuevos hospitales públicos.