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Thomas Sowell

Los políticos han agravado la crisis

Tanto Fannie Mae como Freddie Mac han sido generosos en sus donaciones a las campañas electorales de los políticos, de manera que quizá no sea sorprendente que estos mismos políticos se hayan mostrado en contrapartida tan generosos con ellas

¿Quién dijo que "la intromisión errática por parte de las autoridades puede agravar una crisis preexistente"? ¿Ronald Reagan? ¿Milton Friedman? ¿Adam Smith? En absoluto. Fue Karl Marx. Al contrario que la mayoría de los izquierdistas de hoy, Marx estudió economía.

¿Va a espolear el intervensionismo errático la crisis financiera actual o en cambio a ciertas reformas sensatas? Predecir lo que van a hacer los políticos es siempre una empresa arriesgada. Tendremos que esperar a ver qué pasa.

No hay más santos en el Capitolio que en Wall Street. Sólo nos cabe esperar que la "solución" política no acabe siendo peor que el problema.

Hay momentos en los que la intervención del gobierno puede mejorar las cosas. Pero eso no es ninguna garantía de que no las vaya a empeorar. Como dicen ellos, "el demonio se esconde en los detalles".

Tomando la senda optimista, este gigantesco rescate nunca visto podría impedir que los problemas en los mercados financieros se extiendan a la economía en general –que de momento no se parece en nada al desastre que los medios de comunicación retratan.

El 90% de los habitantes de este planeta cambiaría su situación económica por la nuestra sin pensarlo. A los medios les encanta exagerar y llevan todo el año muriéndose por utilizar la palabra "recesión", pero no ha sucedido nada que cumpla el criterio de una recesión.

La economía estadounidense está creciendo, no retrocediendo. Nuestro índice de desempleo ha subido al 6% pero hay países que estarían encantados de rebajar su índice de desempleo al 6%. Nuestra inflación es elevada pero muchos países estarían encantados de reducirla a nuestro nivel.

¿Por qué entonces hay un marasmo así en los mercados financieros? Gran parte de estas turbulencias han estado causadas por las mismas personas a las que ahora recurrimos en busca de soluciones –los miembros del Congreso.

Los congresistas anteriores generaron las instituciones financieras mixtas conocidas como Fannie Mae y Freddie Mac (instituciones privadas con respaldo público e influencia política). Alrededor de la mitad de las hipotecas de este país están emitidas por estas dos instituciones.

Tales instituciones –exentas de las leyes que se aplican a las demás instituciones financieras y respaldadas por la promesa implícita de apoyo público con el dinero del contribuyente– son una invitación irresistible a la asunción excesiva de riesgos. Cuando todos estos comportamientos imprudentes estallaron en su cara, Fannie Mae y Freddie Mac fueron adquiridas por el Gobierno, con un coste de miles de millones de dólares para el contribuyente.

Y eso a pesar de que, durante años, el Wall Street Journal había venido advirtiendo de que Fannie Mae y Freddie Mac estaban asumiendo riesgos imprudentes, pero los demócratas y progres en general trataron de minimizar mediáticamente los peligros.

Allá por 2002, el Wall Street Journal escribía: "El momento de que el sistema político se ocupe de Fannie y Freddie es ahora, no es cuando suframos una crisis inmobiliaria: para entonces será demasiado tarde." La naturaleza mixta pública/privada de estos gigantes financieros equivale a "privatizar los beneficios y socializar las pérdidas" puesto que el contribuyente abona la factura cuando las finanzas no cuadran.

Preocupaciones parecidas eran expresadas en 2003 por N. Gregory Mankiw, entonces presidente del Consejo de Asesores Económicos del Presidente Bush. Pero el congresista demócrata Barney Frank criticaba al profesor Mankiw, citando "la preocupación por la vivienda" como su motivo para apoyar Fannie Mae.

Maxine Waters y otros integrantes del Caucus Negro del Congreso también se han encontrado entre los demócratas defensores de Fannie Mae. Apenas el año pasado, el Senador Charles Schumer defendía la legislación que permitía a Fannie Mae y Freddie Mac incrementar su papel, ya de por sí enorme, en el mercado inmobiliario. El congresista republicano Mike Oxley también defendió estos gigantes financieros híbridos.

Tanto Fannie Mae como Freddie Mac han sido generosos en sus donaciones a las campañas electorales de los políticos, de manera que quizá no sea sorprendente que estos mismos políticos se hayan mostrado en contrapartida tan generosos con ellas.

Esto ciertamente forma parte del "desastre de Washington" del que habla Barack Obama. Pero no cuenten con él para limpiarlo. Franklin Raines, que ganó millones a lo grande para sí mismo al tiempo que conducía al desastre financiero a Fannie Mae a golpe de mala gestión, es uno de los asesores de Obama.

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