Menú
GEES

Engordar el pavo

ZP representa uno de los grandes peligros para la Navarra foral y española que UPN defiende y representa. Navarra estará más segura si Zapatero no es presidente y estará en permanente peligro si sigue siéndolo.

Si alguien no sabe aún qué piensan el PSOE y Zapatero de Navarra, puede repasar el contenido de los acuerdos de Loyola firmados junto con PNV y ETA. Esto es lo que los socialistas firmaron con ETA hace dos años.

En primer lugar, el PSOE admite la existencia de una Euskal Herria que incluye a Navarra como uno de sus territorios. En segundo lugar, el PSOE de Zapatero hace suya la teoría anexionista según la cual el batúa debe extenderse a toda Navarra. En tercer lugar, Zapatero pacta con ETA la creación de un órgano común que fuera absorbiendo competencias institucionales, tal y como ETA, PNV y NaBai desean desde hace tiempo, como paso previo a la unificación.

Si el PSOE no cumplió ese acuerdo fue, entre otras cosas, por la actitud del Partido Popular de Rajoy y por la actitud de UPN. Si no es por la contestación social –incluida la manifestación en Pamplona de febrero de 2007– y la caída del PSN a la tercera fuerza política, Zapatero hubiese seguido adelante, expulsado a UPN, e iniciados los trámites de anexión de la mano de ETA y NaBai bajo el título de "gobierno de progreso".

Desde las elecciones de abril de 2007, la obsesión de UPN ha sido tratar de reconstruir el consenso constitucional y foral en Navarra. Creen que eso pasa por reflotar al PSN y lograr con él una mayoría natural. Lo cual es loable, pero equivocado por dos razones.

La primera, porque desde abril de 2007, UPN se ha acercado al PSN, pero éste sigue con idéntica actitud que antes de las elecciones. Sostiene al gobierno de Sanz, pero le chantajea, pacta con las anexionistas iniciativas para extender el batúa y apoya las reivindicaciones de todo tipo de colectivos proetarras a las que se opone UPN. Conforme UPN se acerca al PSN, éste se radicaliza y apuesta como ZP por la ruptura constitucional.

La segunda, Zapatero negoció con ETA porque algunos de sus objetivos son los mismos. El presidente del Gobierno está dispuesto a otorgar al País Vasco la independencia de hecho y está dispuesto a que el Anschluss sobre Navarra se lleve a cabo. Siempre ha creído que no hay ningún problema en que los navarros sean anexionados y nada parece haber cambiado en ese sentido. Y un sujeto así en La Moncloa es algo muy preocupante para los intereses de UPN.

Al confiar en ZP, Sanz ha logrado dividir a la derecha española asestando un duro golpe al PP –uno de los pasos necesarios para lograr el cambio de régimen que empujará Navarra hacia Euskadi. Ha logrado dividir a la derecha navarra –requisito indispensable para que los socialistas pacten en el futuro con NaBai un "gobierno de progreso"– y ha sumido a los votantes de UPN en un desconcierto superlativo.

Y todo por un apoyo del PSN a los presupuestos navarros que no es ni convencido ni leal y por un aumento de 49 millones de euros en la asignación presupuestaria para las cuentas navarras. ¿Qué valor tiene el apoyo presupuestario de quien te apuñalará por la espalda a la menor ocasión? ¿Qué valor tienen estos millones cuando vienen del convencido verdugo de la autonomía navarra? Sanz puede decir en su defensa que ha salvado los muebles, pero sólo una cosa es cierta: el proyecto político de Zapatero pasa por aplastar al partido de Sanz, euskaldunizar Navarra y anexionarla al País Vasco (Loyola). Eso ni ha cambiado ni cambiará, por mucha generosidad socialista que haya. Zapatero es como el granjero que alimenta al pavo y lo engorda durante meses hasta que llegue el momento de sacrificarlo. El pavo se ilusiona y le ofrece su confianza hasta que es demasiado tarde. Y aquí los pavos se llaman Sanz, UPN y Navarra.

ZP representa uno de los grandes peligros para la Navarra foral y española que UPN defiende y representa. Navarra estará más segura si Zapatero no es presidente y estará en permanente peligro si sigue siéndolo. Con dinero o sin dinero, con apoyo del PSN o sin él, no le temblará la mano para volver a meter a Navarra en sus apaños con los nacionalistas vascos, tanto criminales como no criminales. Mientras tanto, no tiene ningún problema en engordar al pavo, sobre todo si éste le está agradecido y confía alegremente en su verdugo.

En España

    0
    comentarios