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MUNDO CIENTÍFICO
Estudios sobre el Sida

La lucha contra el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) busca nuevos medicamentos. Carmen Fernández Ruiz

La búsqueda se concentra en medicamentos —principalmente vacunas— que prevengan la infección o frenen el ciclo viral si ya se padece el Sida con el objetivo de estimular el sistema inmunológico de los pacientes. Margaret Johnston, del Instituto Nacional de Salud de EEUU y miembro del equipo consultor del Programa de Naciones Unidas sobre el VIH/Sida, aseguró el pasado 7 de octubre en el VI Congreso Internacional de Sida en Asia-Pacífico que la vacuna contra esta enfermedad podría estar en el mercado en menos de una década. La experta aseguró que espera que la comunidad científica, que ha efectuado pruebas clínicas en miles de pacientes infectados con este virus, obtenga resultados positivos en unos seis años. Según Johnston, muchos de los experimentos para desarrollar una vacuna contra el Sida se encuentran en su etapa avanzada y en cuatro años se podrá comprobar su eficacia.

Sin embargo, mientras los investigadores avanzan en sus estudios para la obtención de una vacuna o de otro fármaco eficaz contra el VIH existen numerosos aspectos que se deben controlar para lograr una mejor calidad de vida de los pacientes con Sida. La comunidad científica considera que la terapia antirretroviral necesita vigilar el desarrollo de sus efectos adversos —calambres en las extremidades, fatiga, distribución anormal de la grasa corporal— o de intolerancia a algunos antirretrovirales —fármacos que inhiben la replicación del VIH—. Otro problema a vigilar es la resistencia del virus a estos fármacos por su mutación y adaptación a los nuevos medicamentos, situación esta que puede dificultar una terapia eficaz contra el virus. Sin embargo, existen otros estudios —que aunque no son definitivos— han aportado nuevas claves para el conocimiento y tratamiento del Sida.

Investigadores de la Universidad estadounidense John Hopkins dieron a conocer a finales de julio pasado un estudio que asegura que el VIH utiliza el colesterol de las células para infectar. James Hildreth, profesor de ciencias moleculares en la Universidad Hopkins, considera que retirando el colesterol de las células se puede bloquear la infección, lo que puede jugar un papel importante en el control de la pandemia del Sida. Según estos científicos, que han publicado el resultado de sus investigaciones en la revista AIDS Research and Human Retroviruses, este estudio permitiría crear nuevos medicamentos para el tratamiento de esta enfermedad.

Otro estudio reciente presentado en abril de este año en el sexto Congreso Nacional sobre el Sida en el simposio 'Adaptando el Tratamiento a una Nueva Enfermedad Crónica', asegura que el cumplimiento inadecuado del tratamiento contra el Sida es una de las posibilidades que aumenta la probabilidad de que el VIH pueda hacerse resistente al afecto curativo de los medicamentos. Dentro de este Simposio, además, se ha presentado el fármaco antirretroviral 'BMS-232632' —inhibidor de la proteasa—. Según el doctor Rafael Rubio, del Hospital Doce de Octubre de Madrid, a diferencia del resto de inhibidores de la proteasa este medicamento no eleva los niveles del colesterol ni de los triglicéridos, dos factores de riesgo cardiovascular en los pacientes con Sida sometidos a otros tratamientos antirretrovirales.

Una investigación publicada el pasado mes de septiembre en la revista New England Journal of Medicine afirma que el virus de inmunodeficiencia humana está siendo frenado por otro virus. Los investigadores dirigidos por un miembro de la Facultad de Medicina de la Universidad de Iowa, Jack Stapleton, señalan que este virus se denomina GB tipo C o virus de la hepatitis G y afecta principalmente a un 15 % de los que han padecido hepatitis C. Los científicos vinculan a la hepatitis al menos 14 tipos de virus pero, según los expertos es el virus GB-C uno de los factores que explica cómo algunas personas viven mucho tiempo y más sanas con VIH que otras. Aunque aún se hacen necesarios más estudios sobre el tema, algunos científicos consideran razonable utilizar el virus GB-C como terapia para retardar el progreso del Sida.

A pesar de todas estas investigaciones, hasta ahora lo único seguro es que las personas individualmente asuman conductas preventivas, protegiendo las principales vías de trasmisión del VIH —sexual, sanguínea, materno fetal, entre otras—. Tomar en cuenta las inquietudes y problemas psicológicos de los pacientes con Sida, orientarlos sobre cómo enfrentarse a esta enfermedad, aconsejar cómo mejorar su alimentación, son algunos aspectos para mejorar su calidad de vida. Asimismo, este tipo de pacientes deben conocer los estadios de su enfermedad y estar en estrecha comunicación con su médico para lograr un mayor control y seguimiento de su salud ante una enfermedad que, hasta el momento, no ha aparecido la cura definitiva.



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