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CIENCIA Y ECOLOGISMO

Declaración de Heidelberg

La Declaración de Heidelberg fue publicada en la Cumbre sobre la Tierra de Río de Janeiro, y ha sido firmada por más de 4.000 científicos y expertos, entre los que se cuentan 72 premios Nobel.

Queremos hacer nuestra total contribución a la preservación de nuestra herencia común, la Tierra.
 
Estamos, no obstante, preocupados en amanecer del Silo XXI, por el surgimiento de una ideología irracional que se opone al progreso científico e industrial e impide el desarrollo económico y social.
 
Nosotros sostenemos que el Estado de Naturaleza, en ocasiones idealizado por movimientos con una tendencia a mirar al pasado, no existe y probablemente no haya existido nunca desde la primera aparición del hombre en la biosfera, en la medida en que la humanidad ha progresado siempre incrementando utilizando a la Naturaleza, y no al revés. Suscribimos en su totalidad los objetivos de una ecología científica para un universo cuyos recursos han de ser atesorados, gestionados y preservados.
 
Pero nosotros exigimos, al mismo tiempo, que este atesoramiento, gestión y preservación ha de estar fundada en criterios científicos y no en preconcepciones irracionales.
 
Intentamos hacer valer la responsabilidad y los deberes de la ciencia hacia la sociedad en su conjunto.
 
Advertimos, no obstante, a las autoridades al cargo del destino de nuestro planeta contra las decisiones que están sustentadas por argumentos seudocientíficos o en datos no relevantes y falsos.
 
Llamamos la atención de todo el mundo sobre la absoluta necesidad de ayudar a los países pobres para alcanzar un nivel de desarrollo sostenible que vaya de la mano del resto del planeta; de protegerles de los problemas y los riesgos que provienen de los países desarrollados y de evitar su implicación en una red de obligaciones irrealistas que comprometerían su independencia y su dignidad.
 

Los mayores males que provienen de acechan nuestra Tierra son la ignorancia y la opresión, y no la ciencia, la tecnología y la industria, cuyos instrumentos cuando son adecuadamente gestionados, son herramientas indispensables para un futuro modelado por la humanidad, por sí misma y para sí misma, para que sobrelleve los problemas importantes, como la superpoblación, el hambre y las enfermedades extendidas por todo el mundo.

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