L D (EFE) Varios de estos pacientes se autoinculparon ante los medios de comunicación de haber robado botellas del producto anteanoche en la finca de la familia Chacón, responsable de la fabricación de este fármaco ilegal, que está precintada por orden judicial desde que la Guardia Civil desmantelara la red de distribución de este medicamento clandestino que se recetaba contra el cáncer o el Sida.
El abogado de varios de los pacientes que entraron en la finca, Gustavo Galán, explicó que a quienes entraron en el chalé "se les ha imputado un delito contra la Administración de Justicia por haber roto el precinto judicial y haberse apoderado de frascos de Bio-Bac para su uso y también para distribución a otros pacientes de forma gratuita". "Esto es como Fuenteovejuna, todos los enfermos somos cómplices" de la sustracción del producto, aseguró Pedro de la Ossa, diagnosticado de un tumor canceroso en la vejiga.
Otro de los pacientes, Francisco Arteaga, explicó que con los frascos robados los enfermos tienen "como mucho para un mes", por lo que reclamó a las autoridades que "si mantienen que es inocuo nos los proporcionen de alguna manera" mientras prosigue el procedimiento judicial. El "asalto" a la finca, explicó, se hizo "a las bravas, como es hacen las cosas cuando estás desesperado" y lo protagonizaron "los más jóvenes", unas siete u ocho personas con familiares enfermos "a los que estaremos agradecidos eternamente".
En el escrito registrado en el juzgado, los pacientes califican de "atropello" la actuación de la Agencia Española del Medicamento a la hora de retirar el producto y consideran que el juez debe cargar "con una monstruosa responsabilidad, dado que está en sus manos el que muchos de nosotros sigamos viviendo".
El abogado de varios de los pacientes que entraron en la finca, Gustavo Galán, explicó que a quienes entraron en el chalé "se les ha imputado un delito contra la Administración de Justicia por haber roto el precinto judicial y haberse apoderado de frascos de Bio-Bac para su uso y también para distribución a otros pacientes de forma gratuita". "Esto es como Fuenteovejuna, todos los enfermos somos cómplices" de la sustracción del producto, aseguró Pedro de la Ossa, diagnosticado de un tumor canceroso en la vejiga.
Otro de los pacientes, Francisco Arteaga, explicó que con los frascos robados los enfermos tienen "como mucho para un mes", por lo que reclamó a las autoridades que "si mantienen que es inocuo nos los proporcionen de alguna manera" mientras prosigue el procedimiento judicial. El "asalto" a la finca, explicó, se hizo "a las bravas, como es hacen las cosas cuando estás desesperado" y lo protagonizaron "los más jóvenes", unas siete u ocho personas con familiares enfermos "a los que estaremos agradecidos eternamente".
En el escrito registrado en el juzgado, los pacientes califican de "atropello" la actuación de la Agencia Española del Medicamento a la hora de retirar el producto y consideran que el juez debe cargar "con una monstruosa responsabilidad, dado que está en sus manos el que muchos de nosotros sigamos viviendo".