L D (EFE) Juan Otamendi, director comercial de EMER/GFK, empresa creadora de este sistema, junto con Angeles Bacete, directora de Estudios, presentaron este martes este nuevo sistema que ya está introducido en Suiza y actualmente se realizan pruebas también en Reino Unido, Francia y Alemania.
El reloj va equipado con dispositivos para almacenar los programas de radio y televisión mediante un micrófono incorporado que graba todos los sonidos durante los cuatro primeros segundos de cada minuto, que digitaliza y comprime. Cada semana, el reloj es recogido por la empresa y la información es descargada en ordenadores especiales que procesan la información, que ha sido recogida en los diferentes momentos del día de la persona que lo lleva, tanto en casa como en el coche o en el trabajo.
El portador del reloj-audímetro es recogido cada semana y al portador se le entrega otro, con nuevas correas, por cuestiones de higiene, que permite hacer una vida normal excepto mojarlo. Angeles Bacete expuso las ventajas de este nuevo sistema, ya que no requiere participación del individuo, que se limita a llevar el reloj; registra el consumo individual y mide los consumos de radio y televisión en cualquier momento, lugar y situación. Señaló, no obstante, que es más eficaz en la medición del consumo de radio que de televisión, ya que este último medio recoge las audiencias cada día mediante el sistema de audímetros.
En el caso de la radio, recoge las emisoras y programas realmente escuchados, y no sólo los grandes programas de audiencias, que son los que quedan grabados en la memoria, sino también las audiencias de pequeñas cadenas y duraciones, sin tener en cuenta los hábitos del oyente. Para las radios también les permite conocer los datos de audiencia cada semana y no cada tres meses que es cuando se realizan las oleadas del Estudio General de Medios (EGM), único sistema hasta ahora de medición de audiencias de radio.
Mediante esta prueba piloto, para la que se han repartido 500 relojes entre la población de Madrid y que comenzó a mediados de marzo y finalizará a finales de junio, se pretende analizar los posibles problemas de utilización del reloj, como el hecho de que se graba todo lo que se oye alrededor del individuo. "Este es uno de los problemas, la de que registra todo, incluso momentos muy personales, aunque lo que se recoge en el reloj es irreproducible en sonido y eso garantiza la discreción", señaló Angeles Bacete.
El reloj va equipado con dispositivos para almacenar los programas de radio y televisión mediante un micrófono incorporado que graba todos los sonidos durante los cuatro primeros segundos de cada minuto, que digitaliza y comprime. Cada semana, el reloj es recogido por la empresa y la información es descargada en ordenadores especiales que procesan la información, que ha sido recogida en los diferentes momentos del día de la persona que lo lleva, tanto en casa como en el coche o en el trabajo.
El portador del reloj-audímetro es recogido cada semana y al portador se le entrega otro, con nuevas correas, por cuestiones de higiene, que permite hacer una vida normal excepto mojarlo. Angeles Bacete expuso las ventajas de este nuevo sistema, ya que no requiere participación del individuo, que se limita a llevar el reloj; registra el consumo individual y mide los consumos de radio y televisión en cualquier momento, lugar y situación. Señaló, no obstante, que es más eficaz en la medición del consumo de radio que de televisión, ya que este último medio recoge las audiencias cada día mediante el sistema de audímetros.
En el caso de la radio, recoge las emisoras y programas realmente escuchados, y no sólo los grandes programas de audiencias, que son los que quedan grabados en la memoria, sino también las audiencias de pequeñas cadenas y duraciones, sin tener en cuenta los hábitos del oyente. Para las radios también les permite conocer los datos de audiencia cada semana y no cada tres meses que es cuando se realizan las oleadas del Estudio General de Medios (EGM), único sistema hasta ahora de medición de audiencias de radio.
Mediante esta prueba piloto, para la que se han repartido 500 relojes entre la población de Madrid y que comenzó a mediados de marzo y finalizará a finales de junio, se pretende analizar los posibles problemas de utilización del reloj, como el hecho de que se graba todo lo que se oye alrededor del individuo. "Este es uno de los problemas, la de que registra todo, incluso momentos muy personales, aunque lo que se recoge en el reloj es irreproducible en sonido y eso garantiza la discreción", señaló Angeles Bacete.