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El Barça derrota al CSKA de Moscú y jugará la final de la Euroliga ante la Benetton

El Barcelona ha necesitado luchar hasta el último momento para derrotar a un difícil CSKA de Moscú por 76-71 y clasificarse para la final de la Euroliga que jugará este domingo ante la Benetton de Treviso. Los azulgrana tuvieron que emplearse al máximo durante todo el partido y tuvieron a Gregor Fucka, que anotó 21 puntos, y a Bodiroga, a sus mejores jugadores.
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L D (EFE) Gregor Fucka, el ítalo-esloveno que llegó con cartel de figura y ha sido centro de críticas durante la temporada a la sombra siempre de Dejan Bodiroga, reivindicó este viernes su protagonismo en el Barcelona y contrarrestó los 21 puntos de John Robert Holden, el anotador del CSKA, con otros tantos que catapultaron a su equipo a la final de la Euroliga.

La afición barcelonista, mayoritaria, entusiasmada, pero siempre con las anteriores ocho derrotas en finales europeas en la memoria, tuvo que sufrir en este primer duelo, porque el conjunto de Dusan Ivkovic bordeó siempre la sorpresa de la que le veían capaz los especialistas. Los seguidores del Barcelona pudieron respirar tranquilo sólo lo que duró el 2-0 con el que se abrió el partido, porque, de inmediato, el CSKA Moscú mostró sus credenciales y, gracias a las facilidades para hacerse con el rebote ofensivo, obtuvo rápidas ventajas que alcanzaron los diez puntos a los cinco minutos de partido (5-15). El equipo ruso fue capaz de repetir esta mínima poco después (7-17), pero lo pagó con un rosario de faltas del que salió más perjudicado Sergei Panov, autor de cuatro en idénticos minutos.

El Barcelona no encontraba su sitio en la pista y la primera canasta en juego de Dejan Bodiroga fue la del octavo y noveno punto de los azulgrana (9-17). De todos modos, los problemas para cerrar el rebote eran la lacra de los barcelonistas, pese a que esta faceta del juego era la que más preocupaba en los prolegómenos al técnico serbio Dusan Ivkovic. El equipo de Svetislav Pesic no empezó a levantar cabeza hasta que comenzaron las rotaciones en ambos conjuntos y, aunque llegó a situarse a un solo punto tras un triple de Nacho Rodríguez (20-21), las penetraciones de un John Robert Holden al que nadie podía parar hicieron suficiente daño como para que el CSKA acabase el primer cuarto cuatro puntos por delante (21-25).

La historia varió en el segundo periodo, en el que Rodríguez se situó sobre Holden para bloquear el ataque ruso y permitir que el Barcelona le diese la vuelta al marcador (28-27, min.13). Sin embargo, el CSKA reaccionó de inmediato con dos triples de Sergey Monya y Darius Songaila que pusieron al conjunto ruso con ventaja de cinco puntos (30-35), aunque nuevamente a costa de cargarse de más faltas. Con Monya con cuatro personales a los dieciséis minutos, al Barcelona le costó menos equilibrar de nuevo el tanteador (37-37, min.17), después de una técnica señalada al Dusan Ivkovic, y obtener una notable diferencia de siete puntos (45-38) al descanso.

Un ataque fluido en la reanudación permitió a los jugadores de Pesic alcanzar una máxima de nueve puntos (50-41) en los primeros compases del tercer periodo y llegó entonces una ocasión inmejorable para escaparse en el marcador, pero los azulgrana la desaprovecharon y dejaron que el rival tomase aire cuando se estaba ahogando. Como pulmón del CSKA repitió Holden y él solo fue capaz de poner al cuadro ruso con ventaja de tres puntos al término del tercer cuarto (57-60), después de anotar a esas alturas un tercio de los puntos de su equipo.

El Barcelona, acostumbrado a depender de sus estrellas, necesitaba una que le marcase el camino de la final en el último y decisivo periodo y apareció entonces la figura de Gregor Fucka. El ítalo-esloveno anotó primero para poner a los suyos por delante (65-64) y, poco después, aumentó a cuatro puntos las diferencias con un dos más uno providencial (68-64).

A partir de entonces, los barcelonistas sólo rentabilizar esa ventaja para hacerse con el triunfo, aunque, para ello, precisó de un robo de balón a cargo de Juan Carlos Navarro con 70-68 en el marcador y posesión rusa. Navarro anotó (72-68) y dejó prácticamente sentenciado el partido, aunque Nikos Hatzivrettas aún tuvo tiempo de, con un dos más uno, poner al CSKA a un sólo triple de la prórroga (74-71), pero el conjunto de Ivkovic no tuvo tiempo en los diecisiete segundos que quedaban más que para encajar otros dos puntos que establecieron el 76-71 con el que el Barcelona sentenció su pase a la final de la Euroliga.

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