L D (EFE) El cuento, titulado “El Violador”, es el primer volumen de Todas putas , debut narrativo de Hernán Migoya, editado por “El Cobre Ediciones”, de la que es propietaria la directora del Instituto de la Mujer junto a otros socios. Tey fue nombrada el pasado 7 de marzo de 2003 para el cargo.
Además del cuento “El Violador”, el volumen contiene otro titulado “Porno del Bueno”, en el cual un adulto va a buscar a una niña a la escuela para después violarla mientras, entre lágrimas, le pide “no se lo digas a mamá, mi vida”, según pública La Vanguardia . En “El Violador”, Migoya escribe: “ahora que todos los negros son buenos y todos los maricones unos seres muy simpáticos, a ver si la sociedad éste se reúne y decide de una vez que no todos los violadores somos mala gente”.
En declaraciones al diario, Tey asegura que el libro “tiene un giro irónico” y que “es una denuncia del comportamiento de los hombres desde la voz de un hombre. Es poco ético utilizar mi labor como editora para criticarme en mi función pública, una prueba más de que el periodismo sigue en manos masculinas”. El autor manifiesta que “soy misógino, y estoy orgulloso de ello, es algo muy sano” y admite que Todas putas es “políticamente incorrecto, me sale esa vena en todas mis obras, ya sean cuentos, cómic o cortometrajes”.
Admite que el cuento es “una apología de la violación, pero desde el punto de vista del personaje, que por suerte no soy yo. Es un relato satírico sobre un violador que quiere que se reconozcan sus derechos”. También explica al periódico que el libro fue un encargo personal de Tey, quien leyó en Internet el relato “El Violador” y le dijo “ quiero un libro entero así ”.
Además del cuento “El Violador”, el volumen contiene otro titulado “Porno del Bueno”, en el cual un adulto va a buscar a una niña a la escuela para después violarla mientras, entre lágrimas, le pide “no se lo digas a mamá, mi vida”, según pública La Vanguardia . En “El Violador”, Migoya escribe: “ahora que todos los negros son buenos y todos los maricones unos seres muy simpáticos, a ver si la sociedad éste se reúne y decide de una vez que no todos los violadores somos mala gente”.
En declaraciones al diario, Tey asegura que el libro “tiene un giro irónico” y que “es una denuncia del comportamiento de los hombres desde la voz de un hombre. Es poco ético utilizar mi labor como editora para criticarme en mi función pública, una prueba más de que el periodismo sigue en manos masculinas”. El autor manifiesta que “soy misógino, y estoy orgulloso de ello, es algo muy sano” y admite que Todas putas es “políticamente incorrecto, me sale esa vena en todas mis obras, ya sean cuentos, cómic o cortometrajes”.
Admite que el cuento es “una apología de la violación, pero desde el punto de vista del personaje, que por suerte no soy yo. Es un relato satírico sobre un violador que quiere que se reconozcan sus derechos”. También explica al periódico que el libro fue un encargo personal de Tey, quien leyó en Internet el relato “El Violador” y le dijo “ quiero un libro entero así ”.