L D (EFE) El alcalde de San Sebastián y candidato a la reelección por el PSE/EE, Odón Elorza, dice que no pondrá la ciudad "al servicio" del "constitucionalismo rancio y estrecho" del presidente del Gobierno, José María Aznar, ni al del plan Ibarretxe, "que crea incertidumbres". Elorza reiteró en que tras las elecciones hablará y pactará "con todos aquellos grupos que estén realmente en disposición de apoyar los proyectos y progresos que necesita Donostia".
Pero lo fundamental para Elorza es que "queremos una Alcaldía que no esté al servicio de los intereses estratégicos del señor Aznar, con un constitucionalismo rancio, estrecho, de pocas miras y centralista, y tampoco al servicio del plan Ibarretxe, que no nos gusta, que crea incertidumbres y que no viene al caso". Después añadió que 140 años después del derribo de las murallas de la ciudad los donostiarras seguirán "derribando los muros de la exclusión social y política, de los frentismos, la intolerancia, el fanatismo y la insolidaridad".
María San Gil ve otros muros
La candidata del PP a la Alcaldía de San Sebastián, María San Gil, dice que el "único muro" que hay en el País Vasco es el plan del lehendakari, Juan José Ibarretxe, "que separa a los vascos de primera y a los vascos de segunda" y dijo dudar "de qué lado del muro está Odón Elorza".
San Gil celebró su último acto de campaña en el paseo de La Concha, donde consideró que la única opción política que defiende en San Sebastián la "legalidad vigente" es el PP porque "el resto de candidatos han dado la espalda al estatus actual y se han escorado para aproximarse al proyecto rupturista de Ibarretxe". "En Donostia está en juego si se impondrá el plan Ibarretxe, esto es un país tribal, empobrecido y dividido, o la democracia constitucional. Ya sabemos que el resto de candidatos no nos garantizan la persistencia del marco jurídico actual. Nosotros sí", aseveró.
Recordó que hace dos días le ofreció al aspirante socialista, Odón Elorza, un pacto para la convivencia y las libertades, que el alcalde rechazó, por lo que San Gil le acusó de mantener una "ambigüedad calculada" respecto a los acuerdos postelectorales. La candidata popular opinó que para presentar un modelo de ciudad es necesario definir primero "un modelo de sociedad", por lo que ha puesto sobre la mesa en la campaña electoral la necesidad de garantizar "la libertad y la convivencia".
Pero lo fundamental para Elorza es que "queremos una Alcaldía que no esté al servicio de los intereses estratégicos del señor Aznar, con un constitucionalismo rancio, estrecho, de pocas miras y centralista, y tampoco al servicio del plan Ibarretxe, que no nos gusta, que crea incertidumbres y que no viene al caso". Después añadió que 140 años después del derribo de las murallas de la ciudad los donostiarras seguirán "derribando los muros de la exclusión social y política, de los frentismos, la intolerancia, el fanatismo y la insolidaridad".
María San Gil ve otros muros
La candidata del PP a la Alcaldía de San Sebastián, María San Gil, dice que el "único muro" que hay en el País Vasco es el plan del lehendakari, Juan José Ibarretxe, "que separa a los vascos de primera y a los vascos de segunda" y dijo dudar "de qué lado del muro está Odón Elorza".
San Gil celebró su último acto de campaña en el paseo de La Concha, donde consideró que la única opción política que defiende en San Sebastián la "legalidad vigente" es el PP porque "el resto de candidatos han dado la espalda al estatus actual y se han escorado para aproximarse al proyecto rupturista de Ibarretxe". "En Donostia está en juego si se impondrá el plan Ibarretxe, esto es un país tribal, empobrecido y dividido, o la democracia constitucional. Ya sabemos que el resto de candidatos no nos garantizan la persistencia del marco jurídico actual. Nosotros sí", aseveró.
Recordó que hace dos días le ofreció al aspirante socialista, Odón Elorza, un pacto para la convivencia y las libertades, que el alcalde rechazó, por lo que San Gil le acusó de mantener una "ambigüedad calculada" respecto a los acuerdos postelectorales. La candidata popular opinó que para presentar un modelo de ciudad es necesario definir primero "un modelo de sociedad", por lo que ha puesto sobre la mesa en la campaña electoral la necesidad de garantizar "la libertad y la convivencia".