(Libertad Digital) En los atentados del pasado viernes en Casablanca, en los que murieron 29 personas, participaron cinco comandos. Cada grupo estaba formado por tres terroristas suicidas. Dos de ellos están detenidos, mientras que el resto murieron en los ataques. El primer detenido fue apresado poco después de los atentados, cuando falló la carga explosiva que llevaba adosada al cuerpo. Según fuentes oficiales marroquíes, este arrestado parece que resultó herido al estar muy cerca de sus otros dos compañeros, que sí estallaron con sus cargas explosivas. Sin embargo, a pesar de su estado, estaría facilitando valiosa información a sus interrogadores.
El segundo terrorista fue capturado por los servicios policiales marroquíes el lunes, según el diario L’Economiste , que se edita en Casablanca. Se trata de Rachid Jalil y fue apresado junto a otros dos jóvenes en una redada que se llevó a cabo en la barriada de Carrière Thomas. Según uno de los investigadores, “después de haber asistido a la muerte explosiva de sus dos amigos, Jalil huyó, aparentemente asustado por la magnitud del drama”. El rotativo añade que, tras ser sometido a un intenso interrogatorio, Jalil acompañó a la Policía a un cementerio donde había escondido los explosivos que llevaba la noche del atentado.
Estas dos detenciones estarían facilitando a la Policía marroquí importantes datos acerca de la organización de los atentados. Así, según publica el diario estadounidense The New York Times , fuentes oficiales marroquíes –que hablaron bajo la condición de preservar su anonimato– confirmaron que los atentados de Casablanca fueron planificados y financiados por Al-Qaeda, la red terrorista de Osama ben Laden. Según dicho rotativo, un cabecilla de Al-Qaeda transfirió más de 50.000 dólares a un individuo en Marruecos para que cubriera los gastos de los ataques terroristas. Asimismo, un pequeño grupo de marroquíes que se entrenaron en los campos de Al-Qaeda en Afganistán se ocuparon de adoctrinar a los quince suicidas.
Por el momento, junto con los servicios marroquíes de investigación están trabajando también equipos de España, EEUU y Francia. En menos de una semana, sus indagaciones han empezado a dar frutos. Las autoridades han hecho pública una lista con los nombres y fotografías de nueve sospechosos a los que pretenden capturar gracias a la colaboración ciudadana. También hay algunas pistas sobre los posibles cabecillas de los atentados. Al parecer, los ataques pudieron ser ordenados por “peligrosos terroristas” instalados en Europa, más concretamente en Bélgica y los Países Bajos, según el diario L’Economiste .
El primero de los detenidos ha reconocido a través de fotografías a varios sospechosos que viven en Europa, pero que se habrían trasladado a Marruecos para participar en la coordinación de los atentados. No se conoce el número exacto de “cerebros”, pero se cree que son al menos dos marroquíes, antiguos combatientes en Afganistán. Sus familiares están siendo interrogados, pero se piensa que los fugitivos entraron en Marruecos sin avisarles para poder salir del país inmediatamente después de los atentados.
El segundo terrorista fue capturado por los servicios policiales marroquíes el lunes, según el diario L’Economiste , que se edita en Casablanca. Se trata de Rachid Jalil y fue apresado junto a otros dos jóvenes en una redada que se llevó a cabo en la barriada de Carrière Thomas. Según uno de los investigadores, “después de haber asistido a la muerte explosiva de sus dos amigos, Jalil huyó, aparentemente asustado por la magnitud del drama”. El rotativo añade que, tras ser sometido a un intenso interrogatorio, Jalil acompañó a la Policía a un cementerio donde había escondido los explosivos que llevaba la noche del atentado.
Estas dos detenciones estarían facilitando a la Policía marroquí importantes datos acerca de la organización de los atentados. Así, según publica el diario estadounidense The New York Times , fuentes oficiales marroquíes –que hablaron bajo la condición de preservar su anonimato– confirmaron que los atentados de Casablanca fueron planificados y financiados por Al-Qaeda, la red terrorista de Osama ben Laden. Según dicho rotativo, un cabecilla de Al-Qaeda transfirió más de 50.000 dólares a un individuo en Marruecos para que cubriera los gastos de los ataques terroristas. Asimismo, un pequeño grupo de marroquíes que se entrenaron en los campos de Al-Qaeda en Afganistán se ocuparon de adoctrinar a los quince suicidas.
Por el momento, junto con los servicios marroquíes de investigación están trabajando también equipos de España, EEUU y Francia. En menos de una semana, sus indagaciones han empezado a dar frutos. Las autoridades han hecho pública una lista con los nombres y fotografías de nueve sospechosos a los que pretenden capturar gracias a la colaboración ciudadana. También hay algunas pistas sobre los posibles cabecillas de los atentados. Al parecer, los ataques pudieron ser ordenados por “peligrosos terroristas” instalados en Europa, más concretamente en Bélgica y los Países Bajos, según el diario L’Economiste .
El primero de los detenidos ha reconocido a través de fotografías a varios sospechosos que viven en Europa, pero que se habrían trasladado a Marruecos para participar en la coordinación de los atentados. No se conoce el número exacto de “cerebros”, pero se cree que son al menos dos marroquíes, antiguos combatientes en Afganistán. Sus familiares están siendo interrogados, pero se piensa que los fugitivos entraron en Marruecos sin avisarles para poder salir del país inmediatamente después de los atentados.