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Sharon y Abu Mazen pactan la aplicación de la "Hoja de Ruta" ante su inminente reunión con Bush

Ariel Sharon y Abu Mazen celebraron anoche su segunda reunión, calificada de "positiva" por las partes. A su termino, Israel anunció que retirará a su Ejército de las ciudades ocupadas y liberará a más de mil presos palestinos. La ANP, por su parte, dijo que corresponderá al gesto con una tregua que arrancará a las organizaciones terroristas. Con esa agenda, Sharon y Mazen se reunirán el próximo miércoles con George Bush en Jordania.

L D (Agencias) El Gobierno de Israel y la Autoridad Nacional Palestina han calificado de “positiva” la histórica reunión de más de tres horas entre los primeros ministros Ariel Sharon y Abu Mazen, la segunda que mantienen desde que Mazen asumiera la jefatura del Gobierno de la ANP. Tras el encuentro, la Oficina del mandatario israelí anunció que este sábado ordenará a su Ejército levante el cerco a Cisjordania y Gaza, ponga fin a la política de “asesinatos selectivos” y se retire de las ciudades palestinas ocupadas, menos Jericó.

Sin embargo, el retiro total y la entrega del control de los territorios autónomos a la ANP se irá haciendo efectivo tras la cumbre trilateral encabezada por el presidente estadounidense George Bush, prevista para el próximo 4 de junio en la ciudad jordana de Aqaba. Para ello, los servicios de seguridad de Mazen deberán mostrar avances en la lucha contra el terrorismo mediante el arresto de radicales, confiscación de armas y la firma de una tregua por parte de Hamas, la Yihad Islámica y sus brazos armados. En caso de no frenarse las actividades ilegales, el despliegue militar será inmediato. Sin embargo, Abu Mazen dijo que prefiere que la retirada inicial se centre en el norte de Gaza para facilitar la tarea de sus Fuerzas de Seguridad.

Según el ministro palestino de Información, Nabil Amr, Tel-Aviv se ha comprometido a poner en libertad a Taisir Jalid, miembro del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina, y a Abu Sukar, el prisionero palestino más veterano, que permanece cautivo desde hace unos treinta años en cárceles israelíes. La medida podría afectar también a unos mil palestinos detenidos por Israel. De igual manera, Sharon está dispuesto a permitir que 25.000 palestinos puedan regresar a sus centros de trabajo ubicados en Israel. De ellos, 8.000 podrán pasar la noche en territorio israelí. Ambas partes coincidieron en la importancia de reactivar las zonas industriales en la franja de Gaza y Cisjordania y permitir que la ANP vuelva a poner en funcionamiento el aeropuerto internacional de Gaza.

Abu Mazen acudió a las oficinas del primer ministro israelí en Jerusalén Oriental acompañado por su ministro de Exteriores, Nabil Shaath, y su encargado de asuntos de Seguridad, Muhamad Dahlan. Un destacado funcionario palestino dijo que “los israelíes han escuchado con interés la opinión de la delegación palestina en relación con todos los asuntos que se han tratado”. La delegación palestina resaltó la necesidad de aprovechar el ambiente propicio tras la adopción por ambos del plan de paz que además “se verá reforzado tras las reuniones con el presidente de EEUU, George Bush en Sharm el-Sheij (Egipto) y Aqaba (Jordania)”, previstas para la próxima semana. Ambos mandatarios acordaron que se volverán a reunir "debido a la importancia de que los esfuerzos de Bush y los demás miembros del `Cuarteto de Madrid´ (compuesto por EEUU, la Unión Europea, la ONU y Rusia) tengan éxito", afirmó la fuente.

Bajo ese panorama, las organizaciones terroristas Hamas, a través de su líder espiritual, el jeque Ahmed Yasín, así como la Yihad Islámica, por medio de su jefe político, el jeque Abdalá Shami, han asegurado que podrían llegar a comprometerse la próxima semana con Abu Mazen para declarar una tregua, aunque sólo si Israel pone fin a los “asesinatos selectivos”, a las incursiones militares, a las demoliciones de casas y, además, libera a los prisioneros palestinos de sus cárceles. Así, una vez tomada la decisión de replegar a su Ejército, Ariel Sharon exigió a su homólogo palestino y al responsable de Seguridad, Mohamed Dahlán, que se esfuercen “en un cien por cien en poner fin a la violencia y al terrorismo palestino” y eso pasa por “arrestar, investigar, juzgar y condenar a los miembros de las organizaciones radicales; por desarmarlas y por acabar con la incitación antiisraelí en las mezquitas y los medios de comunicación de Gaza y Cisjordania”.

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