Menú

La Policía cree que algún chivato de Sangüesa pudo ayudar a ETA para que cometiera el atentado

El atentado cometido por ETA este viernes en Sangüesa (Navarra), que le costó la vida a dos policías y dejó malherido a un tercer agente, así como a un vecino de la mencionada localidad, pudo producirse gracias a la colaboración de algún ciudadano de la propia Sangüesa, según sospechan fuentes policiales.

(Libertad Digital) Fuentes de la lucha antiterrorista sospechan que el atentado del viernes en Sangüesa fue obra de un comando proveniente de Francia. Los autores, según las mismas fuentes, podrían ser los mismos que asesinaron al guardia civil Juan Carlos Beiro Montes el pasado 24 de septiembre en Leiza, también en Navarra. Esta hipótesis se sustenta en el hecho de que la Policía siempre advierte con antelación a las autoridades municipales de cada pueblo al que envían las unidades móviles de la Policía para renovar el DNI, a fin de que el Ayuntamiento publique una nota, un edicto o un bando municipal avisando de ello a los vecinos. Según informa Europa Press , dada esta circunstancia, los investigadores creen que los terroristas pudieron ser alertados por alguien del pueblo sobre el día en el que iban a llegar los agentes que se ocupan de la expedición del DNI.

Este viernes, los tres agentes de la Policía que sufrieron el atentado terrorista llegaron a Sangüesa sobre las nueve de la mañana, hora en la instalaron su oficina móvil en la Casa de Cultura. Al finalizar su tarea, poco antes de las 12.30 horas, se dispusieron a montar en el coche policial, que tenían aparcado en la plaza de Santo Domingo. Al arrancar, estalló la bomba-lapa que los terroristas habían adosado en el centro de los bajos del coche: una fiambrera que contenía al menos tres kilos de titadine. La fuerte explosión hizo que el vehículo se elevara a una altura de unos cuatro pisos. Los policías Bonifacio Martín Hernando, de 56 años, y Julián Embid Luna, de 53, murieron en el acto. Su compañero Ramón Rodríguez Hernández, de 44 años, resultó herido de gravedad. La explosión también hirió a un trabajador de Telefónica, Carlos Gallo, de 37 años.

Con respecto a la posibilidad de que ETA enviara a un comando itinerante, las fuentes de la investigación citadas por Europa Press afirman que es bastante probable que los terroristas pasaran desde Francia para cometer el crimen y regresar rápidamente al país vecino, ya que Sangüesa está apenas a una hora por autopista de la frontera. En este sentido, el apoyo logístico facilitado por alguien del pueblo pudo permitir la llegada, ocultación, instalación de la bomba y huida a los terroristas del supuesto comando itinerante. Fuentes de la investigación aseguran también que, a pesar de las indagaciones de los agentes de la Policía Judicial que se desplazaron a Sangüesa para tomar testimonio a los ciudadanos y testigos, parece que nadie vio el momento de la colocación del artefacto en los bajos del vehículo policial.



Los restos mortales de Julián Embid Luna (derecha) y Bonifacio Martín Hernández (izquierda), serán enterrados en sus localidades natales de Sabiñán (Zaragoza) y Sanchorreja (Ávila), respectivamente. Los féretros partirán hacia dichas localidades tras los funerales que se oficiarán este mediodía en la catedral de la capital navarra, si bien los restos mortales de Bonifacio Martín serán antes incinerados en el Crematorio de Pamplona. Este atentado es el segundo con víctimas mortales en lo que va de año, después del registrado el 8 de febrero en Andoain (Guipúzcoa) en el que murió el jefe de la Policía Municipal Joseba Pagazaurtundua.

Temas

En España

    0
    comentarios