Menú

Chirac recibe a Bush en Evian sin perspectivas de reconciliación inmediata entre Francia y EEUU

En la cumbre del G-8, que se celebra en la localidad francesa de Evian, el presidente galo, Jacques Chirac, recibió a su homólogo estadounidense, George Bush, con un apretón de manos esperado como imagen, pero que no resuelve la crisis abierta entre Francia y EEUU.

L D (EFE) Con un diálogo inédito con dirigentes del mundo en desarrollo se ha abierto este domingo en Evian la cumbre del reencuentro entre los dirigentes de las principales potencias tras los profundos desacuerdos que mantuvieron en la crisis iraquí. El más esperado de todos era el apretón de manos que, sonrientes ante las cámaras, se dieron el presidente de Francia y anfitrión de la cumbre del G-8, Jacques Chirac, y su colega de EEUU, George Bush. Sin embargo, aunque Bush y Chirac han tratado de pasar página al enfrentamiento que protagonizaron en la crisis de Irak -cuando Francia se opuso a los planes de guerra de EEUU-, este reencuentro no tiene visos de ser una reconciliación.

De hecho, la situación actual en Irak será evocada en la reunión bilateral que mantendrán Chirac y Bush este lunes, poco antes de que el presidente estadounidense viaje a Oriente Medio, abandonando la cumbre del G-8 antes de que concluya. Según Catherine Colonia, la portavoz de Chirac, no se trata de "volver sobre el pasado -sería poco útil-, sino de mirar al futuro" y ver "cómo podemos aplicar" la resolución 1483 de la ONU sobre la posguerra en Irak. En rueda de prensa, la portavoz dejó claro que, en lo que respecta al pasado, "no hemos cambiado" de punto de vista y EEUU "tampoco", agregó, para reiterar que, "desde el comienzo" de la crisis, Francia ha explicado las razones "de principio" de su postura: "Defendemos el derecho, la aplicación de las resoluciones internacionales, la competencia del Consejo de Seguridad".

El propio Chirac se lo explicó a Bush en sus escasos contactos durante la crisis, pero el titular de la Casa Blanca reafirmó en vísperas de este viaje que EEUU no ha entendido por qué Francia se opuso "sistemáticamente" a sus esfuerzos para "asegurar la libertad y seguridad de Irak". No obstante, aunque se mostró "decepcionado" por la actitud de Francia, Bush también dijo que la cita de Evian no será una cumbre de confrontación y se declaró "decidido" a trabajar con Francia y con sus dirigentes, aunque destacó que éstos tendrán que "mostrar" que están preparados para "cooperar" con EEUU. Ese mismo mensaje ya lo transmitió días atrás en Polonia, donde Bush pronunció un discurso en el que pidió a sus socios y aliados de Europa que se esfuercen en reforzar el vínculo trasatlántico de los países que luchan por la libertad.

Dejando de lado los desacuerdos pasados y mientras decenas de miles de manifestantes antiglobalización cuestionaban en una marcha ese "ilegítimo" directorio del mundo, los dirigentes del G-8 prosiguen sus reuniones recluidos en el hotel Royal, que domina Evian. Allí, los máximos mandatarios de los siete países más industrializados del mundo, junto al presidente ruso, Vladímir Putin, trabajan junto a los dirigentes de once países emergentes o en desarrollo (Brasil, México, China, Egipto, Malasia -presidente de turno del movimiento no alineado-, Sudáfrica, Senegal, Nigeria, Argelia, Arabia Saudí y la India), el presidente de Suiza y los responsables de las principales organizaciones internacionales. En lo que se ha dado en llamar un debate ampliado , este directorio mundial debate sobre "el crecimiento y la cooperación internacional".

Este lunes, cuando se queden solos en Evian los líderes del G-8, aprovecharán para hablar sobre cuestiones de seguridad -conflictos regionales como Oriente Medio, el terrorismo y la proliferación de armas de destrucción masiva, como el programa nuclear de Corea del Norte-, así como sobre los problemas económicos y comerciales, invitados por Francia, el país anfitrión, a enviar un mensaje de confianza en la reactivación del crecimiento económico.

Temas

En Internacional

    0
    comentarios