L D (EFE) La evolución de la industria petrolera iraquí tras la guerra centrará la CXXV Conferencia Ministerial de la OPEP el próximo miércoles en la capital qatarí, Doha, donde faltará la presencia de Irak ya que ese miembro fundador de la organización aún no cuenta con un gobierno reconocido internacionalmente. Sus diez socios en la OPEP han invitado a esta cita a otros importantes exportadores de crudo independientes, entre ellos México y Rusia, con quienes discutirán cómo harán espacio en el mercado al petróleo de Irak para evitar que un exceso de la oferta provoque una fuerte caída de los precios, un temor que inicialmente parece infundado debido a las cotizaciones del petróleo al alza en estos momentos.
Previsiblemente, Bagdad reanudará este mes sus exportaciones de crudo, pero en volúmenes limitados. Los expertos consideran que el país necesitará meses para recuperar el nivel de producción de cerca de dos millones de barriles diarios (md/d) que tenía antes de la guerra, debido al mal estado de sus instalaciones. También, ante la ausencia de un marco legal necesario para los inversores extranjeros, persisten las dudas de quién y cómo explotará el crudo iraquí, así como cuál será su mercado de destino.
El hecho de que la recuperación de Irak sea más lenta de lo previsto ha encarecido el crudo la semana pasada hasta el nivel que tenía a mediados de marzo, poco antes del inicio de la ofensiva militar contra Bagdad. El viernes pasado, el barril de crudo de Texas, el de referencia en el mercado estadounidense, cerró por encima de los 31 dólares y el del petróleo Brent se vendió en Londres a 27,8 dólares, mientras que la "cesta/OPEP" (barril basado en siete tipos de calidades de crudo) supera ampliamente los 26 dólares.
Con ello, ese barril de referencia de la OPEP se acerca al límite máximo de la banda de precios de entre 22 y 28 dólares que la organización defiende mediante aumentos y recortes de su oferta para alcanzar una media anual de 25 dólares. Ante este alto nivel de las cotizaciones, es improbable que en la reunión del miércoles los ministros del sector decidan reducir su bombeo. Lo que se prevé es que fijen una nueva conferencia antes de la regular convocada ya para septiembre y continuar así su política de mantener el pulso del mercado con reuniones frecuentes para tomar decisiones a corto plazo, dado lo difícil que es hacer previsiones en esta situación de incertidumbre.
La reunión del miércoles es la cuarta en lo que va de año y en la anterior, el 24 de abril en Viena, decidieron retirar del mercado dos md/d, de los 2,9 md/d que estaban produciendo por encima de las cuotas de producción oficiales, con lo cual éstas suman desde el primero de junio 25,4 md/d sin Irak.
Previsiblemente, Bagdad reanudará este mes sus exportaciones de crudo, pero en volúmenes limitados. Los expertos consideran que el país necesitará meses para recuperar el nivel de producción de cerca de dos millones de barriles diarios (md/d) que tenía antes de la guerra, debido al mal estado de sus instalaciones. También, ante la ausencia de un marco legal necesario para los inversores extranjeros, persisten las dudas de quién y cómo explotará el crudo iraquí, así como cuál será su mercado de destino.
El hecho de que la recuperación de Irak sea más lenta de lo previsto ha encarecido el crudo la semana pasada hasta el nivel que tenía a mediados de marzo, poco antes del inicio de la ofensiva militar contra Bagdad. El viernes pasado, el barril de crudo de Texas, el de referencia en el mercado estadounidense, cerró por encima de los 31 dólares y el del petróleo Brent se vendió en Londres a 27,8 dólares, mientras que la "cesta/OPEP" (barril basado en siete tipos de calidades de crudo) supera ampliamente los 26 dólares.
Con ello, ese barril de referencia de la OPEP se acerca al límite máximo de la banda de precios de entre 22 y 28 dólares que la organización defiende mediante aumentos y recortes de su oferta para alcanzar una media anual de 25 dólares. Ante este alto nivel de las cotizaciones, es improbable que en la reunión del miércoles los ministros del sector decidan reducir su bombeo. Lo que se prevé es que fijen una nueva conferencia antes de la regular convocada ya para septiembre y continuar así su política de mantener el pulso del mercado con reuniones frecuentes para tomar decisiones a corto plazo, dado lo difícil que es hacer previsiones en esta situación de incertidumbre.
La reunión del miércoles es la cuarta en lo que va de año y en la anterior, el 24 de abril en Viena, decidieron retirar del mercado dos md/d, de los 2,9 md/d que estaban produciendo por encima de las cuotas de producción oficiales, con lo cual éstas suman desde el primero de junio 25,4 md/d sin Irak.