(Libertad Digital) Según fuentes socialistas, varios militantes y simpatizantes, indignados con la posición adoptada por Eduardo Tamayo y Maite Sáez en la Asamblea de Madrid, han dado un paso al frente facilitando a la cúpula del partido algunos datos que podrían servir para armar una querella en su contra, que el PSOE viene anunciando desde el miércoles, pero que aún no ha presentado ante los tribunales. José Blanco fue el primero en anticipar, en declaraciones a la Cadena COPE el jueves, que el PSOE ultimaba una serie de documentos para presentarlos ante los tribunales y la Fiscalía de forma inminente. Pero, de momento, ni el PSOE ni la FSM han presentado querella alguna y de sus movimientos cabe deducir que, al menos hasta ahora, no tienen ninguna acusación documentada para argumentarla ante los tribunales.
El secretario de Política Municipal del PSOE, Álvaro Cuesta, dijo este viernes que en los próximos días se darían a conocer los primeros resultados de la investigación sobre “la relación entre corruptores políticos y corrompidos” tras lo acaecido en la Asamblea de Madrid, que “sin duda es una operación de gran alcance de intereses inmobiliarios”. Los mismos argumentos fueron utilizados por José Blanco, Jesús Caldera y el resto de miembros de la cúpula socialista que intervinieron en los medios de comunicación en los últimos días. Desde que Blanco acuñó la frase de diseño sobre el “ruido de cheques”, muchos son los socialistas que la han utilizado, pero de momento, como dijo Álvaro Cuesta, sólo pueden hablar de que en Madrid existe una “coalición de especuladores” que “se ha cebado en intentar impedir que una persona como (Rafael) Simancas acceda a la Presidencia de la Comunidad”.
Ante la escasez de pruebas contra Tamayo y Sáez, el PSOE ha puesto en marcha su maquinaria para intentar recabar datos que puedan utilizar en su contra, pidiendo a militantes y simpatizantes que hagan el papel de policía política . Según Álvaro Cuesta, “estamos haciendo una investigación, que no es hacia dentro”, y en “los próximos días conocerán los resultados y los presentaremos como fundamento de hecho en las querellas y en las actuaciones judiciales y en la Fiscalía que vamos a promover”. A continuación, Cuesta lanzó una primera advertencia: “Quiero enviar —dijo— un mensaje muy claro tanto a esas personas como a los integrantes de la trama inmobiliaria. Vamos a seguirles muy de cerca y van a sentir nuestro aliento en su nuca”. Cuesta añadió que el PSOE quiere “detectar el hilo que une a los autores de la fechoría con los que les están instigando”.
Álvaro Cuesta también adelantó el “agradecimiento” de la cúpula del PSOE a aquellos que ya han aportado datos y pruebas, “que incluso aseguran que podrán mantener ante un tribunal”, según dijo, para implicar a Tamayo y Sáez en algún negocio turbio. En ese agradecimiento, Cuesta también formuló una petición explícita a todos aquellos militantes y simpatizantes que puedan facilitar más información, como supuestamente ya lo han hecho otros en el PSOE, y reiteró que, una vez hayan obtenido los datos suficientes, “presentaremos una querella ante la Fiscalía y una acción directa en los tribunales para la persecución de lo que creemos no tiene explicación política, si no que es una trama inmobiliaria”. Siguiendo la teoría acuñada sobre el ruido de cheques, Cuesta concluyó afirmando que “un cheque no puede valer más que una papeleta de voto” y volvió a lanzar de nuevo una acusación contra el Partido Popular, al afirmar que “el único beneficiario de esta situación es la coalición de especuladores, es la trama de intereses inmobiliarios y es el propio Partido Popular”.
Por su parte, Esperanza Aguirre, la candidata del PP a la Comunidad de Madrid, ante las reiteradas acusaciones contra el Partido Popular desde el PSOE e IU, afirmó este viernes que su formación se querellará contra todos aquellos que lancen acusaciones infundadas contra el PP acusándoles de estar implicados en la supuesta trama especulativa que ha dado a traste con las aspiraciones de la coalición de izquierdas para gobernar Madrid. En este sentido, fuentes del Partido Popular han confirmado a Libertad Digital que los servicios jurídicos de dicha formación están ultimando la primera de estas querellas, que se presentará la próxima semana, contra el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, por sus declaraciones del jueves pasado en el Congreso, cuando dijo que en Madrid se había producido una “conspiración” en la que estaba implicado el PP y que, posiblemente, nos encontrábamos ante un caso “Watergate” a la española.
El secretario de Política Municipal del PSOE, Álvaro Cuesta, dijo este viernes que en los próximos días se darían a conocer los primeros resultados de la investigación sobre “la relación entre corruptores políticos y corrompidos” tras lo acaecido en la Asamblea de Madrid, que “sin duda es una operación de gran alcance de intereses inmobiliarios”. Los mismos argumentos fueron utilizados por José Blanco, Jesús Caldera y el resto de miembros de la cúpula socialista que intervinieron en los medios de comunicación en los últimos días. Desde que Blanco acuñó la frase de diseño sobre el “ruido de cheques”, muchos son los socialistas que la han utilizado, pero de momento, como dijo Álvaro Cuesta, sólo pueden hablar de que en Madrid existe una “coalición de especuladores” que “se ha cebado en intentar impedir que una persona como (Rafael) Simancas acceda a la Presidencia de la Comunidad”.
Ante la escasez de pruebas contra Tamayo y Sáez, el PSOE ha puesto en marcha su maquinaria para intentar recabar datos que puedan utilizar en su contra, pidiendo a militantes y simpatizantes que hagan el papel de policía política . Según Álvaro Cuesta, “estamos haciendo una investigación, que no es hacia dentro”, y en “los próximos días conocerán los resultados y los presentaremos como fundamento de hecho en las querellas y en las actuaciones judiciales y en la Fiscalía que vamos a promover”. A continuación, Cuesta lanzó una primera advertencia: “Quiero enviar —dijo— un mensaje muy claro tanto a esas personas como a los integrantes de la trama inmobiliaria. Vamos a seguirles muy de cerca y van a sentir nuestro aliento en su nuca”. Cuesta añadió que el PSOE quiere “detectar el hilo que une a los autores de la fechoría con los que les están instigando”.
Álvaro Cuesta también adelantó el “agradecimiento” de la cúpula del PSOE a aquellos que ya han aportado datos y pruebas, “que incluso aseguran que podrán mantener ante un tribunal”, según dijo, para implicar a Tamayo y Sáez en algún negocio turbio. En ese agradecimiento, Cuesta también formuló una petición explícita a todos aquellos militantes y simpatizantes que puedan facilitar más información, como supuestamente ya lo han hecho otros en el PSOE, y reiteró que, una vez hayan obtenido los datos suficientes, “presentaremos una querella ante la Fiscalía y una acción directa en los tribunales para la persecución de lo que creemos no tiene explicación política, si no que es una trama inmobiliaria”. Siguiendo la teoría acuñada sobre el ruido de cheques, Cuesta concluyó afirmando que “un cheque no puede valer más que una papeleta de voto” y volvió a lanzar de nuevo una acusación contra el Partido Popular, al afirmar que “el único beneficiario de esta situación es la coalición de especuladores, es la trama de intereses inmobiliarios y es el propio Partido Popular”.
Por su parte, Esperanza Aguirre, la candidata del PP a la Comunidad de Madrid, ante las reiteradas acusaciones contra el Partido Popular desde el PSOE e IU, afirmó este viernes que su formación se querellará contra todos aquellos que lancen acusaciones infundadas contra el PP acusándoles de estar implicados en la supuesta trama especulativa que ha dado a traste con las aspiraciones de la coalición de izquierdas para gobernar Madrid. En este sentido, fuentes del Partido Popular han confirmado a Libertad Digital que los servicios jurídicos de dicha formación están ultimando la primera de estas querellas, que se presentará la próxima semana, contra el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, por sus declaraciones del jueves pasado en el Congreso, cuando dijo que en Madrid se había producido una “conspiración” en la que estaba implicado el PP y que, posiblemente, nos encontrábamos ante un caso “Watergate” a la española.